El final de la temporada anterior, aunque no fue un mal capítulo como ya os contamos, no era para nada un episodio con cara de season finale. Del mismo modo, este primer capítulo de la temporada de Glee que arrancó ayer con el primero de sus especiales de los Beatles, tampoco tenía cara de ser un inicio de temporada, sino más bien ese final que nos faltó a todos, con la proposición de matrimonio y la prueba de Rachel. Sin embargo no vamos a menospreciar la grandeza del episodio, porque es posible que hayamos perdido la perspectiva con esta serie, pero es innegable que su retorno ha sido mucho mejor que la mayoría de los capítulos de la cuarta temporada.
Durante el capítulo se han observado tres focos de atención y un atisbo de algo más, pero que sinceramente me da igual, así que mi cabeza lo ignora. Mientras muchos no han tenido ni frases, la atención se ha centrado en:
Artie y Kitty
Parece que se ha decidido por fin el rumbo que tomará la animadora —es la única que queda, acabo de darme cuenta— del Glee Club. La temporada pasada pecó de ser un yoyó, un barco sin rumbo que a veces era muy buena persona y otras una maña pécora de la que nunca supimos las intenciones que tenía. Después del empujón que dio a Artie para que siguiera sus sueños, empezará a salir con él en secreto para finalmente hacerlo público al constatar sus sentimientos. Menudo seductor que está hecho, por cierto, vaya carrera lleva.
Rachel y Funny Girl
Pasó con éxito las pruebas para su soñado papel de Fanny Brice pero a falta de la audición final, Rachel ve cómo su sueño se hace trizas al oír al que será co-protagonista (Ioan Gruffud, Ringer) y el director (Peter Facinelli, Nurse Jackie) constatar que pese a su talento, está demasiado verde. Con las pilas cargadas y tomando por fin responsabilidades, Santana y ella empiezan a trabajar sirviendo mesas en un diner, coincidiendo allí con actor y director, a quien tratará de demostrar su valía. Está por ver si finalmente cambian de parecer o al menos le dan otra oportunidad, que conociendo Glee, a Ryan Murphy y la obsesión de Rachel por Babra y Fanny, probablemente le den.
Kurt y Blaine
All you need is love, y tras un reencuentro amoroso, una vez más, en el patio del McKinley —reservado lo tiene que tener ya Blaine para sus números—, el ex-Walbler, al que le ha dado por vestirse amarillo pollo/mostaza constantemente se decide y con la ayuda de Los Warblers, Vocal Adrenaline y aquellos sordomudos que nos conmovieron con ese Imagine por gestos hace tiempo, así como por supuesto el New Directions, hará de su pedida de mano un precioso evento con pétalos de rosa y música y baile en directo imposible de rechazar y con la que cualquiera se emocionaría. Por muy sabihondo que fuera su ahora prometido, seguro que eso no se lo esperaba. Una colaboración digna de final de serie por lo menos.
Además de esto —y del nuevo puesto de Sue Sylvester como directora tras sabotear a Figgins—, nos intentan meter a Tina con calzador otra vez, sin darse cuenta de que es un personaje que jamás ha encajado una vez perdió la tartamudez y cada vez pega menos. ¿Que está sola? Por mi bien. Aunque eso sí, gran punto el concierto con monitores en blanco y negro, muy sesentero todo.
Muy de acuerdo,genial capítulo,aunque todos estabamos en contra de este matrimonio nos han convencido con argumntos,además quién puede decir no a semejante petición.Yesterday de Rachel precioso y sobre Tina,tamoco es de mis favoritos,pero le tengo cariño y si que tiene fans,muchos pedían más potagonismo para ella y al parecer seguirá incrmentando.
ResponderEliminarA mi los Beatles la verdad que me aburren, y este episodio me daba mucha pereza, al igual que el siguiente. Aun así, tengo que comentar que All you need is love y Yesterday han sido grandes momentos del episodio. Parece que las pedidas de mano son a lo grande en esta serie (primero We Found Love y ahora All You Need Is Love), y ya me gustaría vivir algo así en un futuro. Lo malo es que hay muchas historias que cansan: Tina, Artie/Kitty, y demás historias del McKinley. Por último, ya lo dije en su día...desde que Blaine está en el McKinley se viste de pena, y cada vez peor. Ya en este episodio, verle vestido de amarillo era como un puñetazo en el ojo.
ResponderEliminarAins, vale que puede que haya vuelto un poco por encima de como se fue. Pero a mi me sigue pareciendo aburrida!!! Llevaba 20 minutos y he movido el ratón par que me salie la barra del tiempo y me quedao... joder otros 20 minutos? jejeje. Hay tramas aburridas y que ya cansan. Tramas super aburridas que mejor que las corten del montaje final y luego tramas que bueno podrían llegar a interesar. Y por supuesto, tenemos la trama de New York que para mi es la única que me interesa. Otra cosa es que aprovechen los actores que todos cantan, y que no me metan en 1 capítulo 3 canciones con Blaine como vocalista, que cansino. No se, me ha parcido algo aburrido sobre todo con el relleno del Mckinley.
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