Cuando una serie termina lo más normal es que los guionistas quieran darlo todo, explotar lo mejor posible las historias y hacer malabares con sus personajes. A veces sale bien, otras veces mal. Sin embargo, mucho peor que esto último es lo que está haciendo Dexter. La indiferencia que se respira en los guiones junto con la desgana interpretativa de los actores, esta convirtiendo a este temporada de la serie en un perfecto aburrimiento que creo que solo seguimos viendo porque es la última vez que sabremos de Dexter y porque el verano seriéfilo no da para mucho más. Ahora entiendo mejor la decisión de Showtime de trasladar esta temporada a la época estival cuando normalmente se estrena en otoño.
Este capítulo ha seguido la tónica de los anteriores. La única sorpresa, que se han guardado para el final, ha sido la muerte de Vogel, sobre la cual no puedo evitar preguntarme si le importará a alguien. La relación entre la doctora y Dexter no ha estado especialmente trabajada, no han sabido profundizar bien en el supuestamente trascendente lazo que les une; de hecho, toda su relación ha resultado excesivamente forzada. Por desgracia, las acciones de Dexter tanto en la temporada como en este capítulo han estado demasiado determinadas por esta vaga relación. Así es difícil creer que en un momento tan extremo de su vida (a punto de huir con Hannah y Harrison a Argentina, abandonando su vida) se arriesgue tanto por ella, echando todo lo que había planeado hacer con su futuro.
La muerte de Vogel es lo más relevante en un capítulo bastante lento y falto de ritmo. Siempre he creíado que Dexter llega a sus mejores picos cuando el protagonista está a punto de ser pillado y en este episodio han hecho un amago de ello (el policía descubriendo que Hannah fue a Urgencias con Harrison) pero todos los descubrimientos y accidentes son tan falsamente casuales y facilones que los guiones son dignos de la peor telenovela noventera.
En otro orden de cosas, ¡Quinn y Jamie lo dejan! Lo sé, no habéis podido parar de sufrir con este momento de tanto contenido dramático, yo tampoco. Convenientemente tras la rupta, Debra reconoce seguir enamorada de Quinn, olvidando por completo que la última vez que estuvo enamorada de alguien fue de su propio hermano. A él le desearía la muerte pero espero que Debra sea medianamente feliz en lo que le queda de serie.
Como podéis adivinar de esta review, no estoy muy contenta con esta última temporada y capítulos como el de este pasado domingo no ayudan. Dexter ha perdido la capacidad de emocionarnos, sorprendernos y ponernos nerviosos como antes y la más indignante es que no hayan sido capaces de aprovechar la oportunidad que ofrece escribir una última temporada. Quedan dos episodios y ya es demasiado tarde para salvar esta temporada y, sinceramente, creo que un final digno esta fuera de alcance.
PROMO S08E11. Monkey in a box
He visto este capítulo justo después del de Breaking Bad... obviamente ha sido un bajón de narices. Anda que no podía haber dado juego el final, cada vez estoy más convencida de que el fin de la serie debería haber llegado con Debra disparando a Dexter en lugar de a Laguerta (podíamos meter incluso a Hannah traicionándole aunque ya fuera tarde) al final de la temporada anterior. Habría sido una buena redención después de la sexta.
ResponderEliminar"Debra reconoce seguir enamorada de Quinn, olvidando por completo que la última vez que estuvo enamorada de alguien fue de su propio hermano". Muero! JAJAJAJA
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