Una semana más, Riverdale no aminora el ritmo y nos entrega un nuevo episodio cargado de emoción y drama. Tras la muerte de Midge, Cheryl promete que hará todo lo posible para que el Sheriff Keller dimita, Jughead le entrega la cinta del documental al Sheriff y Ethel confiesa que fue ella quien mandó las notas a Kevin. Con esta premisa nuestros protagonistas comienzan a sospechar que el verdadero Black Hood siga vivo o que tenga algún aliado.
Por un lado, Jughead y Betty comienzan a investigar los orígenes de Svenson, el supuesto Black Hood que fue asesinado. Betty y Jughead acuden al convento de las Hermanas de la Misericordia donde descubren que Svenson y Chic coincidieron durante algunos años. Pero el drama es que Betty descubre que Chic no es su hermano y solo es un impostor que se está haciendo pasar por él. De vuelta a casa, Mamá Cooper está reunida con Chic en la cabeza; Betty, sorprendida, le cuenta toda la verdad a su madre y antes de que Chic pueda hacer algo, le golpea en la cabeza dejándole inconsciente.
Betty, Jughead y Mamá Cooper retienen a Chic en el sótano esperando a que este confiese qué pasó con el auténtico Charles. Chic les cuenta que Charles murió por una sobredosis, pero Betty no termina de creerle. Mamá Cooper sale disparada de la casa en busca de Papá Jones para confesarle que Charles era su hijo. Betty comienza a recibir llamadas de Black Hood confirmando que sigue vivo. Black Hood le da la pista de que investigue en el hotel donde encontraron a Chic. Jughead y Betty van al hotel donde vivía Chic y una vecina le cuenta que tuvieron una pelea y al día siguiente Charles desapareció. Benditas vecinas cotillas que agilizan las tramas de las series.
De vuelta en casa, Jughead y Betty le cuentan toda la verdad a Mamá Cooper y Chic confiesa. Papá Jones aparece y se lleva a Jughead y Betty decide deshacerse de Chic. A punta de pistola, Betty le lleva hasta un parque donde Black Hood le está esperando. El impostor empieza a correr mientras le sigue el asesino. De vuelta en casa, Betty se da cuenta de que su padre no está y comienza a sospechar que su propio padre sea el mismísimo Black Hood.
Por otro lado, en The Veronica Show: un drama en un mar de perlas, nuestra joven descubre que Archie ha sido secuestrado por Nick St. Clair. Veronica debe pagar un rescate de un millón de dólares si quiere volver a ver con vida al pelirrojo. Veronica y Nick se reúnen en Pop’s y Nick se da cuenta de que Veronica no tiene todo el dinero. Los jóvenes llegan a un acuerdo: una cita para zanjar los temas del pasado. Nick, para torturar un poco más a Archie, le dice que va a tener una cita con Veronica y que va a poder verlo todo a través de una webcam. Mientras que Veronica se las arregla con Nick, Archie consigue escaparse y llegar a la habitación. Una vez allí el pelirrojo descubre a Nick St. Clair en el suelo y Veronica en perfecto estado. Veronica ha demostrado una vez más que no necesita que ni su padre ni su novio la salven. Ella puede con todo lo que le echen encima. La pareja decide secuestrar a Nick y pedir un rescate a sus padres.
Al final del episodio, Archie se da cuenta de que nunca ha hecho algo tan atrevido por su mentor, Papá Lodge, y decide que le brindará en su honor el asesinato de Black Hood. Archie cada vez está más perdido en la vida y necesita que Papá Andrews le devuelva a la realidad.
Este episodio ha ido cerrando los cabos sueltos de tramas como los mensajes anónimos de Black Hood o la verdadera identidad de Chic. Riverdale se está preparando para su recta final y estoy seguro de que no dejará indiferente a nadie.
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