Siempre se ha dicho que antes de morir viene una etapa en la que la salud remonta. Por eso Cosima ha tosido en la season finale todo lo que no tosía desde el año pasado. La ilusión por encontrar la cura, salvo por aquel bache del asesinato de Kendall, le mantuvo fuerte hasta el final. ¿Ha recaído porque ha logrado el objetivo o porque le han robado la cura? Perfect timing a cada paso, Sarah llegaba en el preciso instante en el que Cosima y Charlotte huían por la playa tras presenciar un apuñalamiento, la escena con más tensión del año televisivo. Rachel ha perdido los papeles, pero lo justito. Apuñala a su madre, sí, pero después cose sus heridas en lugar de perseguir a Sarah. No pretendamos entender una mente perturbada.
Se acabaron los buenos tratos, los monitores y los clones sueltos. A partir de ahora Rachel prescindirá de la selección natural y se centrará en la selección rachelística, amputar y rajar a diestro y siniestro hasta que los humanos se conviertan en lagartijas o en estrellas de mar. Adiós Brightborn, adiós Neolution. Susan quiere clonar, Van Lier quiere clonar y Rachel quiere clonar. Mientras se forma una nueva cúpula rachelística y Ferdinand retiene a Siobhan y a Kira, Cosima y Sarah saludan a la muerte. Este año no tenemos una sestras reunion para acabar.
Alison tuvo su momento a mediados de temporada, pero está muy apartada del grupo, casi más que Helena. Se quedarán pasando unas vacaciones en la nieve, ajenas a lo que ocurre. El año que viene, Sarah -que se va a recuperar, se entiende- podría ser la cover de Alison en el grupo de teatro, ya que ambas han demostrado sus dotes para la interpretación. Era necesario que se hiciese pasar por Krystal para nuestro deleite, pero además para evitar que la original viera a Siobhan secuestrar a un alto mando neolucionista. Krystal va a por todas, pero siempre desde su mundo de fantasía y lip gloss. No sé si la genial y maravillosa Krystal necesita un spin-off, pero es una idea que ya se plantea algún medio online.
Aún no me queda claro si Delphine corre peligro cerca del señor, ni si el señor es P.T. Westmoreland. Lo repito esta semana, el señor ha de ser el otro señor también. Y si no, no pasa nada, todavía nos queda conocer al malo malísimo. Delphine y Cosima no pueden estar juntas y tampoco sabemos por qué. Cosima cree que está muriendo y, sinceramente, sería lo más lógico. No es que sea lo más lógico matarla (#DontBuryYourGays), pero es lógico que muera dado su estado. No pueden tenernos un año pensando que Delphine ha muerto, si es que alguien lo pensaba, reunirlas cuando Cosima está todavía más grave y luego hacer como que no ha pasado nada. Además, pensémoslo en frío, demasiado bien les ha ido siempre teniendo en cuenta cuántas veces se juegan la vida por semana. Su muerte sería poética. ¿Qué culpa tengo yo de que la única enferma sea la lesbiana? Ahora pido coherencia.
Bien, eso no va a pasar, no va a morir. Para eso tienen esas maravillosas muestras con las que trabajar. En el fondo, es una suerte que Susan la encerrara en aquella sala con sus muestras y sus mapas dibujados y tal. Seguro que Cosima se perdió adrede para llegar a los cisnes y no al puerto. Lo que pasa después te sorprenderá, pero el año que viene. ¿Qué pasa con MK? ¿A alguien le importa Ira? Nos quedan (solamente) diez episodios de Orphan Black.
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