Dejamos atrás el mal trago de Hercules y Megara para centrarnos en los de siempre, y aunque el desenlace se veía venir de lejos, el capítulo ha sido el mejor desde el regreso tras el parón navideño. ¿La respuesta? Como siempre, Rumple. Ni qué decir tiene que seguimos adorando las apariciones de Cruella aunque sean breves; no olvidamos esa referencia a que su abrigo es de la piel de "la icónica madre de Bambi". Diva.
Años ha, Bosque Encantado, Rumple sigue siendo un cobarde cojo con una mujer harta de él y un hijo pequeño al que le gusta jugar con serpientes. En una de las peleas de sacar de quicio a Milah, Bae es mordido por una serpiente cuyo veneno le da un día de vida. Incapaces por su pobreza de pagar el precio de la poción que podría salvar a su hijo, la única salida que ven es robarla, y para ello, Milah instará a Rumple a matar al hechicero dueño de dicho brebaje. El cobarde hilandero, dispuesto a todo por su hijo pero temeroso de llegar a cometer el delito, acaba firmando un contrato con el hechicero que le otorgará la poción a cambio de su segundo hijo. Pese a que Rumple ve esto como la jugada de su vida, Milah, al ver hipotecado su futuro corre a la taberna, a los brazos de un aún-no-manco Killian Jones, que ya la había conquistado con su labia y valentía ante un baboso. No olvidándose de sus tratos y siendo ya El Oscuro, Rumple vuelve a saldar su deuda de la mejor manera, matando al hechicero. Dicen que muerto el perro se acabó la rabia, pues aplicad refranero.
Mientras, en Underbrooke (gracias Regina por el bautismo, me gusta más que Infra-Storybrooke) Milah ayuda a los niños a cruzar la calle, oh, ironías de la vida. Con su ayuda, Emma y Gold llegarán hasta Garfio que se encuentra suspendido y cayendo hacia el río de las almas perdidas. Sin encontrar obstáculos ni complicaciones el trío llega al rescate del pirata —no sin antes volver a poner en la palestra la complicada situación familiar de esta serie—, y mientras Emma le salva, el ex-matrimonio se encuentra frente a frente con el Señor del Inframundo. Pese a que parece que este enfrentamiento presenta problemas, Hades no quiere más que hacer un trato con el eterno Oscuro, lo cual desemboca en la muerte de Milah y el hundimiento del barco que sacará a los vivos del Inframundo. En principio esto era a cambio de la vuelta a casa segura de Gold a su casa con Bella, pero como todo contrato es vinculante y el hechicero tiene cuentas pendientes, el trato por el segundo hijo de Rumple sigue vigente y ahora pertenece a Hades. Vaya mala suerte que Bella esté embarazada y aún no lo sepa...
Aparte de esto y como desenlace de la trama de las lápidas que Garfio se negó a tallar, el mismo Hades ha decidido quiénes serán las personas que deberán permanecer en el Inframundo, y por tanto "muertas". Las elegidas: Regina, Blancanieves y Emma. Siguiente misión: cambiar su destino. Seamos optimistas, al menos ahora Regina tiene magia...
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