Era sospechoso, cuanto poco, que una serie que había dado tanto de qué hablar durante su desarrollo haya pasado tan desapercibida en fechas previas a su estreno. Battle Creek, que se ha estrenado este domingo en la CBS con unos resultados de audiencia pésimos a pesar de que contaba con poca competencia, es un verdadero despropósito al que le tendremos que dar una segunda oportunidad aunque sea por quien está detrás de las cámaras.
No sé en qué momento una serie desarrollada por Vince Gilligan (creador de Breaking Bad), David Shore (creador de House) y sus respectivos equipos, co producida por CBS y Sony entre otros, y con un piloto dirigido por el mismísimo Bryan Singer (también productor ejecutivo), que además cuenta como protagonista con un antiguo-tv-star-que-lo-intentó-en-el-cine-pero-que-vio-que-no (es decir, Josh Duhamel) y con caras muy conocidas en el reparto, ha llegado a convertirse en esto.
Su problema, principalmente, es de concepto: que en el año 2015, con toda la televisión que tenemos a nuestras espaldas y con la variedad de propuestas que hay en el mercado se emita un buddy cop show rancio que no tiene claro ni lo que quiere contar (y mucho menos, cómo), es bochornoso. El daño de las expectativas, especialmente en una serie que nace sobre ellas, es doloroso cuando no hay rastro alguno en Battle Creek de las series que hicieron famosos a sus creadores.
Ambición no le falta: Battle Creek nos planta en pantalla al detective de un penoso departamento de policía de una ciudad de Michigan que se ve obligado a trabajar con un agente del FBI que es totalmente diferente a él, pero con el que tendrá que unir fuerzas para acabar con el crimen en la ciudad. Esas diferencias son la base del piloto y, suponemos, de los siguientes episodios, narradas con un tono de dramedia sin sal y sin arriesgar lo más mínimo en elementos técnicos y narrativos (lo cual era de esperar de una serie de CBS).
Más dolorosa es la nula química entre el reparto en general (pobre Janet McTeer) plagado de personajes con nombres ridículos, y entre el dúo protagonista en particular. La pareja formada por el perro viejo y el guaperas con buena estrella rechina desde el primer segundo y el desagrado no hace otra cosa que ir in crescendo a medida que van estrechando lazos. Ellos dos son la clave de la serie, pero la pareja exige darse un tiempo desde el primer episodio.
Lo peor, no obstante, es que la base cómica va a tener un peso fundamental en la serie cuando evidentemente es el apartado menos conseguido: tengo entendido que el segundo episodio tratará sobre una operación contra un cartel del jarabe de arce, así que estemos preparados. A nivel procedimental, puede que Battle Creek sea suficiente para satisfacer las necesidades del hogar del episódico televisivo, pero tengo serias dudas con respecto a su evolución y me temo que no veremos jamás el despegue que podríamos esperar de un equipo como este.
¡Completamente de acuerdo! Hay que recordar el reparto original de Breaking Bad en la que Walter White iba a interpretarlo John Cusack, que no ha podido por agenda y fue Bryan Cranston. ¿Te lo imaginas? A mí tampoco, parece que a Gilligan no se le da bien dar directrices para el casting.
ResponderEliminarPlaneo ver un par de episodios y recién ahí definir si realmente vale la pena dedicarle mas tiempo o no. Hay muchas series que, si fuese por el piloto, nunca las hubiera continuado viendo pero que terminaron siendo mis favoritas. Por ejemplo, Fringe.
ResponderEliminarBreaking Bad pasó "desapercibida" para muchos al inicio. Habrá que darle una oportunidad, juzgar solo por el piloto no es lo más adecuado.
ResponderEliminarEl problema no es el casting, o no el principal ;)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pero si una serie no apunta maneras desde el principio, ¿a quién le interesa seguir viéndola? A mí desde luego no ;)
ResponderEliminarDigo lo mismo que a Captain McAwesome. Breaking Bad apuntaba maneras desde el piloto, al igual que muchas. Esta, nada.
ResponderEliminarPero muchas veces la marea cambia. Arrancan lento y van mejorando. Creo que en base al piloto, nadie hubiera esperado que Breaking Bad se convierta en lo que termino siendo. Fue de menor a mayor, tanto en producción como en presupuesto y audiencia.
ResponderEliminarApuesta arriesgada de AMC si las hubo...
AMC informó que no van a renovar Rubicon justo después del episodio 7, ni siquiera esperaron deliberar justo al término de la temporada de 13 episodios para ver la reacción que efectivamente fue muy buena. Breaking Bad estuvo en dos ocasiones a punto de ser cancelada, por suerte, los guionistas cambiaron el enfoque a partir de la tercera que es lo que marcó el éxito de la serie.
ResponderEliminarQué recuerdos Rubicon. todavía sigo rezando que AMC u otra cadena (ultimamente a Netflix se le da por rescatar series jeje) que vuelva a poner en marcha, es una serie muy inteligente, realista, diferente y exigente. Para ser sincero, AMC no me parece una gran cadena como lo pintan. Mad Men es el mejor de su producto (fue la que catapultó a la cadena) y luego Breaking Bad (sus inicios fue muy flojo) aunque tarde como dije en un comentario más abajo.
ResponderEliminarUpdate: vi el primer episodio y la verdad que me pareció bastante bueno! Probablemente no sea una gran serie ni una que pase a los anales de la historia como un producto destacado, la encontré muy divertida, rápida, bien ejecutada, personajes bien definidos.
ResponderEliminarNo creo que pase de 2 o 3 temporadas (con suerte), pero mientras planeo verla y disfrutarla, me gustó mucho.