FOX lleva desde que terminó House intentando llenar su hueco. Rake fue el último intento, y el último estreno de estas características parece que va a seguir el mismo camino: el de la cancelación. El nuevo procedimental de los creadores de Bones (que si en algo tienen experiencia es en poner en marcha la máquina de asesino por episodio) intenta recuperar ese mito, levantar las audiencias bastante desgastadas del canal y de paso que pasemos página del personaje de Dwight Schrute.
Everett Backstrom (Rainn Wilson, The Office) es un detective de Portland con una personalidad bastante tóxica que por casualidades del destino tiene una brillante intuición para encontrar sospechosos, criminales y asesinos varios. Tras cinco años exiliado en el departamento de tráfico por mal comportamiento, es elegido para liderar la nueva División Especial de Crímenes como oportunidad para recuperar su reputación. En esa división está acompañado por chica random número 1 y por uno de los actores más gafes y con menos talento de la televisión: Kristoffer Polaha, aunque aquí se le ve poco.
Ya de por sí el género no requiere mucho para triunfar, ponlo detrás de un programa de gran audiencia y los abuelos que no encuentren el mando los tienes fijos, pero para llegar a la relevancia del personaje de Hugh Laurie tienes que tener algo más, esa combinación tan extraña (personaje brillante, secundarios atractivos y casos hipnóticos) que hace que un procedimental de la vuelta al mundo y Backstrom no lo tiene. Wilson está entre incómodo con el personaje y con reminiscencias de Dwight, los secundarios parecen más figurantes y el caso del piloto se hace demasiado rebuscado, con demasiado giro imposible y pistas falsas inútiles. Por muchas respuestas cínicamente ingeniosas o acciones autodestructivas, nos falta esa vulnerabilidad del personaje, ese punto débil que nos hace conectar con él, por ahora no lo ha mostrado, pero tampoco es que despierte interés para encontrarlo.
En cuanto a las audiencias, se estrenó el jueves a las 9 con un 1.9 y casi 8 millones de espectadores, contra Two and a Half Men (CBS) como única competencia decente, el mediocre reality gastronómico The Taste (ABC), la merecidamente cancelada Bad Judge (NBC) y Reign (CW) no cuentan siquiera como competencia. Cuando vuelva Scandal (ABC) veremos realmente si aguanta o queda revolcada en el barro como un estreno de NBC cualquiera.
Backstrom podría llegar a estar bien, pero con la cantidad de series buenas que hay, la multitud de procedimentales con un detective brillante y las que empiezan mal pero mejoran, esta no pasa el corte, aunque sienta devoción por Rainn Wilson y su trabajo en Dunder Mifflin.
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