No tenemos fe. La season premiere nos dejo momentos sangrantes pero no han tardado una semana en volver a la esencia teen/creepy/gayer que tan bien le sienta a los lobos de Beacon Hills. Stiles afronta su primera vez mientras el resto de personajes siguen buscando a la manada de Alphas y sus prisioneros. Isaac y el tatuaje compartido entre Allison y Lydia tienen la clave.


Una vez Derek y Scott consiguen encontrar a su viejo compañero descubren que todo se trata de una trampa. La celda de Boyd y la extraña repelía el efecto de la luna aumentando el ansía de violencia de sus alter-egos lupinos. La amistad se esfuma para dejar paso a los instintos más primarios. La batalla se complica más aun cuando Derek descubre que la joven compañera de celda es su hermana pequeña, Cora (Adelaide Kane, Reign). La suerte hace que Allison aparezca y consiga aplazar la batalla a otro momento, dejando en libertad a los dos lobos reprimidos.
El episodio termina con un nuevo grito por parte de Lydia. Parece que todo el grupo participará activamente esta temporada. Seguimos sin conocer demasiado sobre los nuevos personajes pero mientras los episodios mantengan este ritmo endiablado, no habrá pegas. Nos esperan pequeñas grandes tramas y disfrutar de Stiles... siendo Stiles. ¿Culparán a Stiles de la desaparición de la chica? ¿Volverá Allison a coger su arco? ¿Es Bianca Lawson un androide? Soltar todas vuestras locas teorías.
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