Quedan dos episodios para el final de temporada, y la verdad es que el episodio ha sido muy aburrido. Lo bueno es que casi al final ha parecido remontar y ha dejado un buen sabor de boca. Es decir, es una pena que un episodio tenga sólo los últimos 10 minutos interesantes. Esperemos que una vez terminada la temporada, el tema de los demonios quede abandonado totalmente.
El Engaño
Hace unas semanas pudimos suponer que Crowley secuestró a Kevin. Digo suponer porque consiguió entrar a la fuerza y llevársele, pero cuando Dean y Sam aparecieron no había señal alguna de secuestro. Pues bien, Crowley sí le secuestró y no fue una simple huida de un Kevin paranoico.
El rey de los demonios representa el escondite de Kevin y hace pasar a dos de sus demonios por los hermanos Winchester, para que Kevin vaya soltando información. Hacerle creer que está a salvo no funciona, ya que Kevin ve varios detalles que le hacen ver que le están tomando el pelo. Por supuesto,
Kevin no es tonto y consigue deshacerse de todos y hacerse con la otra mitad de la tabla de los demonios. Crowley verá todas sus ganas de victoria tiradas a la basura cuando alguien salva a Kevin de sus manos con la mitad de la tabla en su poder.
La Tabla de los Ángeles

Por si no os acordábais, la tabla de los ángeles también existe y Castiel se la llevó consigo para mantenerla lejos tanto de los ángeles como de los demonios. Desde entonces,
Castiel ha estado huyendo dando esquinazo a los ángeles de un modo bastante raro: elegir una cadena de restaurantes en la todos los locales son idénticos. De ese modo, nunca le pillarán hasta que los ángeles deciden poner fin al asunto creando una matanza en uno de los locales. Cuando Castiel llega y ve todo el baño de sangre, se queda más tiempo de lo normal, consiguiendo que le den caza. Por supuesto,
Castiel no va a soltar prenda de la localización de la tabla, pero Crowley aparece espantando a los ángeles. A todos menos a uno que resulta ser un ángel caído que trabaja como espía de Crowley. El demonio descubre el por qué Naomi no tiene poder alguno sobre Castiel, y es que resulta que
Naomi no puede tener control alguno sobre alguien que está tocando la tabla.
Es decir, si Castiel está libre del control de Naomi es porque lleva encima la tabla, y en efecto la tiene en su interior. Crowley se la sacará y huirá con ella en su poder. Poco después, y aprovechando que el ángel traidor se distrae, Castiel consigue escapar hacia los hermanos Winchester.
Metatrón

Y aquí es donde nuestros protagonistas entran en juego. Sam cada vez está peor, y sin noticias de Kevin están en un camino sin salida. Pero todo cambia cuando reciben un email del profeta, y es que antes de su desaparición grabó un video que se mandaría automáticamente si estaba más de una semana sin mostrar señal de vida. Los hermanos Winchester se pondrán manos a la obra en la investigación para recuperar a Kevin, y gracias al video descubren una pista: un símbolo. Investigando ese símbolo, llegan a un hotel que lleva varios años sin tener ningún cliente. Los dueños del hotel es una tribu india que creen estar en tierra santa, y que mientras proporcionen a un ángel historias, ellos vivirán eternamente. Ese ángel es Metatrón –el escriba de Dios– que está aislado del mundo para no tener nada que ver con los ángeles ni demonios. Al ver la gravedad del asunto, Metatrón salvará a Kevin trayéndolo de vuelta con los Winchester. Ahora, tanto por la otra mitad de la tabla, y por boca de Metatrón, descubrimos cuál es la tercera y última prueba para cerrar el infierno: curar a un demonio.
No podría estar más en contra. Llevo toda la temporada sintiendo que era una mierda de temporada, pero precisamente este episodio me ha parecido buenísimo. No sé qué echarás de menos haber visto, pero la trama de Metatrón me parece épica. La trama de Castiel evitando los ángeles y siendo finalmente capturado para perder la tabla, épica. Kevin siendo atrapado por los demonios, quienes se transforman en Dean y Sam, pero la situación se da la vuelta, épica. Y todo en el mismo episodio.
ResponderEliminarY el mejor momento del capítulo, cuando Sam le cuenta a Dean que está teniendo recuerdos muy vívidos de cuando era pequeño, y le habla de cómo se sentía impuro sabiendo que tenía sangre de demonio dentro de él, eso mientras tenía 3 o 4 años. ÉPICO. Ese enlace con la PRIMERA temporada me parece genial.
Es una lástima que esta temporada haya tenido tantísimos episodios de relleno, porque a 3 episodios del final empieza a ser buena.
Aunque como siempre he dicho, es un despropósito lo que se ha estado haciendo con esta serie desde que terminó la quinta.