La serie de los doctores más famosos de la parrilla actual han vuelto para terminar su novena temporada. El episodio anterior nos dejó con un cliffhanger preocupante del que ha sido protagonista este nuevo episodio. En esta serie el drama es el pan nuestro de cada día, y saben explotarlo de una forma muy acertada. De ahí que las mejores escenas sean esas en las que los protagonistas lo estén pasando tan mal que simpatizas con ellos. Poco a poco se va acercando el final de temporada y la trama cada vez es más interesante.
Infección

La Familia Sin Dedos
Esta familia es la protagonista del caso de la semana. Cada año se reúnen para hacer alguna actividad juntos, y este año consistía en una lucha de tira y afloja con una cuerda de un tendedero. Este juego concluyó con la amputación de los dedos de varios miembros de la familia y deben volver a injertarlos en los pacientes. Evidentemente, esto causará problemas en la familia, y todo porque un miembro organiza estas reuniones para no perderles porque son lo único que tiene. De todas formas, una joven de la familia se convierte en una pesadilla para Callie y Arizona, ya que es periodista y se entera de todo el tema de Bailey. Querrá publicar todo lo sucedido para conseguir ser alguien importante, pero hasta que todo el caso no concluye, Callie no permitirá que la joven escriba nada del tema.
La Verdad

Perderle
Owen sigue obsesionado con el hijo de los dos pacientes del accidente del camión cisterna. El padre sigue en coma –aunque según Cristina terminará despertando– y la madre aunque parezca que va a mejor, tras un ataque acaba falleciendo. Eso basta para que Owen se preocupe más por el niño. Cristina no es ciega, y sabe que desde que apareció el niño, Owen ha cambiado y sabe que terminará perdiéndole. Y más si tenemos en cuenta que ella no quiere tener un hijo, pero cuando son los hijos de Meredith, está dispuesta hasta a estar en el quirófano con ella. Sigo diciendo que me da mucha pereza que vuelvan al mismo tema de siempre con la pareja. En la relación ambos tienen la culpa de que esté estancada: ella por actuar de forma egoísta negándole a Owen un hijo, y él por obsesionarse sabiendo que Cristina no quiere, y ninguno va a ceder. Lo que está claro es que la pareja nunca será feliz y sólo consiguen deteriorar a los personajes.
Sinceramente, no sé cómo va a terminar Bailey luego de esta temporada. La vienen presionando mucho y esto me suena demasiado a la ida de Izzie. La relación de Owen y Cristina ya me cansa, ciertamente creí que él iba a tener una aventura con Alana, pero buuuu... supongo que no es tan estúpido como para engañar a Cristina otra vez, pero sí lo suficiente como para seguir rompiendo las pelotas con eso de tener un niño 'como sea'. Lo de Richard me está molestando hace rato. Desde que Bailey dijo que no iba a ser su sucesora su relación ha ido en declive y cuando creí que podía repuntar luego de que él fuera a su boca aún cuando su mujer había muerto recientemente, veo que claramente no. Creo que es como le dijo a Alex una vez, un viejo tigre que siente que llega su fin. Lo del mencionado Alex era sabido, lo que a mi me quedó picando ya desde hace diez capítulos es saber qué onda con la relación entre April/Jackson/Stephanie porque a mi no me cuela nada la nueva relación con el paramédicos. La historias de Callie&Arisona y de Meredith&Derek siguen fluyendo (para bien o para mal) sin estancarse como las demás, gracias a Jebús,
ResponderEliminarPor favor no vuelvas a mencionar que si una mujer no quiere tener hijos es egoísta. Sé que esto es ficción, pero mucha gente piensa así. No es cualquier cosa tener hijxs.
ResponderEliminarCreo que es todo lo contrario. Tener hijos es un acto egoísta
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