A cuatro episodios de terminar esta quinta temporada, Castle vuelve con un capítulo divertido en el que nuevamente podemos disfrutar de la eterna disputa entre escritor y detective en cuanto a temas fantásticos que se refiere. En este caso el objeto de la discusión será el Bigfoot, ese ser sobrenatural que parece tener tan intrigado a Castle, y su siempre fiel compañero en cuestiones de fe Ryan, y que será el principal sospechoso de asesinato. Y vosotros, ¿creéis en el Bigfoot?
El capítulo comienza con la muerte de una chica que dedicaba su vida a escribir su tesis doctoral sobre la biología evolutiva. Es más, lejos de sólo estudiar a todas las especies de primates que existen, había basado su búsqueda en el Bigfoot, del que no descartaba su existencia. Por si fuera poco, el cadáver es encontrado en un oscuro callejón, con heridas de un posible animal y cerca de unas huellas gigantes. ¿Las huellas del Bigfoot? Castle no dudará ni un momento en lanzar sus disparatadas conjeturas al aire.
Por otro lado, el escritor tiene un misterio que resolver en casa. La comida le desaparece del frigorífico y nadie parece saber nada. La candidata idónea para el papel de ladrona e Alexis, pero ¿por qué la hija de Castle le hurtaría comida a su padre sin decirle nada?
Rápidamente, las investigaciones parecen apuntar a una especie de chiflado amante del Bigfoot con complejo de Indiana Jones como principal sospechoso de asesinato, que había acosado a la víctima dado que estaba convencido de que ella sí que había descubierto a la bestia. Pero la trama cambia de rumbo al arrojarse nuevos datos al caso. Resulta que el collar que había en el estómago de la chica pertenecía a la que hace años fuera su compañera de piso y que fue brutalmente asesinada supuestamente por su novio por aquel entonces.
Beckett y compañía descubren entonces que la verdadera búsqueda de la joven era la de encontrar al asesino de su mejor amiga. Gracias a la avanzada tecnología, sitúan a la chica en un bosque momentos antes de su muerte. Convencidos de que el bosque es la clave, Beckett y Castle se preparan para un entretenido viaje. Sobre todo Castle, que no duda en sacar su traje de hacer senderismo (en el que no falta un kit de antídotos anti serpientes) y sus más que cuestionables habilidades para llamar al Bigfoot.
Llegamos al punto álgido del capítulo y es que el escritor nos consigue sacar unas buenas carcajadas durante su paseo por el bosque. Allí, encuentran al supuesto asesino, el novio de su amiga, que les cuenta la verdad: él no mató a su novia, y durante meses había estado trabajando junto con su amiga para poder descubrir al culpable de todo esto. Un nuevo giro de guión, bastante esperado, que nos desvelará quién es el asesino de una vez por todas.
Así, entramos en la recta final de la temporada. A partir de aquí, supongo que las cosas irán encaminándose hacia una season finale de infarto, como a las que nos tienen acostumbrados. Beckett ha llenado el cupo de drama para una buena temporada, así que supongo que quizás veamos sufrir a alguno de los otros protagonistas. Sea lo que sea, todavía hay que esperar unos capítulos más.
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