Cuando, en el episodio anterior, nos referíamos a Jaguar como una marca simbólica con distintos significados, a los que todavía me apego —no en vano, parece haber sido diseñada para crear un coche para Don Draper—, no imaginé que la preciada cuenta que tanto desean conseguir en SCDP iba a conllevar otras connotaciones, aún mucho más interesantes y violentas.
Sin duda, The Other Woman me ha parecido uno de los mejores episodios de la serie, por su simbolismo, por su atrevimiento, por sus conclusiones y por su enorme y brillante carga de emociones, que han cambiado a una velocidad de vértigo desde el disgusto hasta la felicidad, pasando por todo tipo de momentos tristes y vergonzosos.
Por fin, algo bonito que puedes poseer de verdad
Frecuentemente olvidamos, a medida que nos absorbe la atmósfera de Mad Men, que ésta no es una historia de nuestro tiempo y que, en realidad, no trata tan solo de unos publicistas de los años sesenta, sino que es un cuento de gran factura sobre la gloria, la decadencia y la redención.
En esta épica batalla, no podría haber sido más adecuado haber puesto a jugar a todos los factores que rodean a nuestros protagonistas en esta quinta temporada alrededor de un personaje que desde los inicios de la serie ha venido simbolizando algo que hasta hoy no hemos comprendido del todo. Joan, la pelirroja secretaria de la firma, siempre había sido inalcanzable, y tan solo unos pocos hombres han logrado conquistarla. Pero hoy, al igual que Jaguar, ha descubierto que tiene un precio.
No obstante, el desarrollo de los hechos ha sido tan horrible como maravilloso. Partiendo de que el propio jefazo deje caer que se quiere beneficiar a Joan para tener en cuenta a SCDP en la carrera por la cuenta Jaguar, ya de por sí repugnante, saltamos a uno de esos momentos de coronación protagonizado por Pete Campbell, que tiene no solo las narices de llevarle esa propuesta a Joan y a los socios, sino que lo hace tratando de parecer culpable y sucio por ello, cuando nunca había sido tan feliz —de hecho, ahora solo es feliz cuando juega a ser un tiburón en el trabajo—. También se coronan los socios, excepto Don, cuando no dicen que no a la propuesta si Joan la acepta; incluso Roger y, especialmente, incluso Lane Pryce, que para salvar el culo con los bonos llega hasta a engañar a Joan y le dice que todos estaban de acuerdo. ¿En qué clase de negocio se ha convertido SCDP?
Pero, lo peor de todo, ¿por qué Joan acepta? ¿por qué si en un principio decía que no estaba en venta, finalmente accede? Quiero creer que es porque cuando Lane le dijo que todos los socios estaban de acuerdo, ella acabó creyendo que era correcto, y esa ambición que tiene la llevó a pedir que la hicieran socia a cambio de bajarse las bragas ante el Jaguar. Y sí, ahora Joan es socia pero tanto ella, como sus socios como nosotros sabemos lo que tuvo que hacer para conseguirlo. Por ello, la mirada que le dedica a Peggy cuando se marcha refleja vergüenza, admiración y tristeza, porque sabe que la escritora ha llegado a lo más alto por el camino difícil.
Por supuesto, imposible olvidarse de Don, el único entre sus iguales que se levanta del acuerdo a puerta cerrada y se niega a escuchar nada sobre la prostitución. Cree firmemente que su idea —aportada por Gingsberg, no por él— para el concurso de Jaguar es buena, y que si no consiguen la cuenta así no merece la pena ese sucio negocio. Incluso, adoptando esa posición de héroe a la que tan poco estamos acostumbrados, acude a Joan para convencerla de su error, para retomar esa confianza que por fin vimos imprimida entre ellos en el episodio anterior.
Pero aquí había trampa narrativa, totalmente inesperada, pues Joan ya había ido a ver al señor de Jaguar, ya se había vendido y así ayudado a la compañía y, en cierto sentido, a sí misma. Y aunque el pitch de Jaguar sale a la perfección, nunca sabrán si sin Joan lo hubieran conseguido. Porque la que antes fuera un objeto inalcanzable ahora no es más que un Jaguar, algo bonito que por fin puedes poseer. Tremendo.
Sobre la ambición y la felicidad
Si creíamos que la historia de Joan iba a ser espectacular, no pensamos que Peggy incluso superaría esa grandeza. Todos los premios para Elisabeth Moss, gracias.
Digamos que en este punto de la historia, tanto Don como Peggy están muy quemados. Él tiene más que suficiente con Jaguar y con Megan, la cual le ha dicho tan tranquila que se va a Boston ocho semanas para prepararse para una función —que no sabemos exactamente cómo ha conseguido—, mientras que Peggy está llegando al límite de su paciencia y de su ambición, la cual exige que abandone SCDP para lograr crecer más allá que lo que Don le permita hacerlo. Su infelicidad en la firma, especialmente desde la llegada —y después salida— de Megan y de Gingberg, es suficiente como para que decida marcharse. Y quién mejor para convencerla que Freddy Rumsen —ojo a las caras conocidas que estamos volviendo a ver—, que sabe perfectamente lo que es evolucionar. Así, cuando Ted Chaough de Cutler, Gleason y Chaough le ofrece no solo ser la directora de copy sino también un sueldazo de infarto —si no me equivoco, le ofrece 19.000 dólares mensuales, en contraposición a los 18.000 anuales que ella pedía—, no puede hacer otra cosa que aceptar.
La última escena entre Don y Peggy es fantástica, repleta de simbolismo sobre la relación entre estos dos personajes, repitiendo patrones —sus manos, por ejemplo— que siempre han aparecido en la serie para demostrar esa unión especial entre ellos. Esa despedida de Don, cuando final acepta la verdad de la despedida de Peggy, besando la mano de ella y la chica bañada en lágrimas de pena —por cierto, ambas reacciones no estaban en el guión— demuestra no solo la importante relación entre estos dos personajes sino también lo grandes que son los actores que los interpretan.
Incluso Don trata de convencerla, de hacerla creer que ella le debe todo su éxito a él cuando ambos saben que se deben éxitos mutuos y que lo único que puede echarle en cara no es dinero —escenaza— sino que en su día la escogió como su aprendiz porque vio en ella algo que le interesaba. Al mismo nivel que The Suitcase, por fin volvemos a ver a Don y Peggy en posición de igualdad, pero compartiendo emociones contradictorias como la sorpresa, la rabia o la tristeza.
Y así Peggy se va de SCDP, y su futuro es bastante incierto. Mientras todos celebran lo de Jaguar, ella se marcha en silencio y espera ante el ascensor a que alguien vaya a decirle algo. Pero cuando descubre que, como llegó, se va sin hacer ruido, sonríe y desaparece con el sonido de You Really Got Me de The Kinks. Y me alegra que se vaya sin haber descubierto la verdad sobre Joan, porque aunque Peggy tendría que haberse ido de todas formas de la firma, no ha hecho falta descubrir la verdad sobre ella para que se haya marchado por fin.
Estoy de acuerdo en que el capítulo es muy bueno, aunque yo sigo quedándome con The Suitcase, con el que creo que guarda bastante relación.
ResponderEliminarEn el fondo, creo que tanto Joan como Peggy avanzan según sus propias reglas y que las reacciones de una y de otra, sin importar lo dolorosas que sean, responden al patrón que nos han marcado. En el caso de Peggy, tengo que reconocer que me he emocionado muchísimo. Para mí es un personaje muy querido y espero que su salida de SCDP no signifique su salida de la serie. Su "Don't be a stranger" a Don es, para mí, la frase del capítulo
Ya lo he comentado, me parece que The Suitcase y éste son como las dos caras de una misma moneda. Don y Peggy en igualdad, enfrentándose a sus decisiones y a lo que les separa... tremendo.
ResponderEliminarDe acuerdo con lo que dices de sus patrones, pero es curioso que lo de Peggy entraba dentro de lo esperado (aunque emocione igual) y lo de Joan sea tan sorprendente.
Me encantan vuestras recaps. (Bvalvarez y Torllo, ya me perdonaréis si lo hago a los dos en uno sólo de vuestros blogs). Ayer me volví loca buscando alguien que hablara de este capítulo y hoy, los dos, me habéis sabido a gloria y no, no me importa estar o no de acuerdo, es seguir viendo Mad men leyéndoos, que siempre me quedo con ganas de más. Llevo mucho tiempo leyéndoos en silencio (como ya sabéis qué:) y ya está bien de chupar de vosotros; al menos agradeceros los buenos momentos que me hacéis pasar y la ilusión que tengo al buscaros y leeros después de sesión. Es como si estuvierais en mi casa después de haber visto la tele. Gracias chicos!
ResponderEliminarLos comentarios a la serie otro día que hoy me he enrollado mucho!
Creo que si ya se apuntaba directamente a Joan como aquello que Don busca sin poder conseguir,ahora va a ser más clave que nunca.Joan y la prostitución.¿Y qué tortura tanto a Don? Su madre prostituta,entre otras cosas.Joan podría ser ahora una huella de la que fue su madre.Ya sé que me he puesto muy freudiana,pero no he visto nunca una serie que trabaje tanto la psicología de sus personajes...
ResponderEliminarMenuda pasada de capítulo, mad men es demasiado buena jajaja, espero que Peggy siga apareciendo porque la voy a echar mucho de menos si no, y espero que la nominen a los emmy porque me voy a enfadar mucho si no. Me dio mucha pena por Joan sobretodo recordando el capi anterior, pero tengo la sensación de que esto no va a quedar así (la sensación y ese gesto de Don en la celebración) y que a Campbell le van a caer un par de collejas más esta temporada... solo espero que el tema de Lane no lleve a la ruina a la firma
ResponderEliminarCat: gracias por tus palabras, inspiran a seguir trabajando y por supuesto me alegra que mis reviews te interesen y te gusten. Un saludo!
ResponderEliminarAnónimo: creo que si tortura a Don no es por la posición que ha tomado Joan (en esta misma temporada charló con una prostituta con todo el respeto del mundo) sino porque cree que no merece la pena venderse para obtener la cuenta. No obstante, recordemos que Don aún no sabe que Joan se vendió antes de que él pudiera hablar con ella.
Covabennet: sí, espero que Peggy siga apareciendo porque ahora mismo es inigualable.
Torllo: La tortura de Don es inconsciente,ahora que Joan se ha puesto un precio a sí misma será cuando Don va a comenzar a obsesionarse con ella.Tiempo al tiempo.
ResponderEliminar