
Se acerca la luna llena, y eso significa que Josh y Nora van a transformarse, y él alquila unos almacenes para poder transformarse y estar seguros de no hacer daño a nadie. A Nora no le hace mucha gracia esa idea, y conforme se va acercando el momento, sus instintos lobeznos se van haciendo más notorios. Sally va al hospital a estar con los chicos y al pasar por el área de maternidad se da de bruces con una enfermera humana que puede verla. Parece ser que los fantasmas pueden rencarnarse en bebés, pero ella busca las energías parecidas para elegir a los fantasmas afortunados.

En el hospital ha saltado la alarma, hay unidades que han desaparecido del banco de sangre, así que deciden poner más seguridad. Así que se le ha acabado el chollo a Aidan y decide quedarse de brazos cruzados en vez de alimentarse de la sangre de un vivo. Aidan tiene una nueva amiguita que conoció en el episodio anterior, la cosa va viento en popa hasta que descubren que ella es la exprometida de Josh. Cuando le contagiaron años atrás, él dejó a Julia por su seguridad, cosa que a Nora no le hace mucha gracia, ya que piensa que a ella no le quiere por haber preferido contagiarle.

Sally está realmente ilusionada con eso de volver a vivir, pero sus esperanzas desaparecen cuando la enfermera le dice que no le ayudará al enterarse de que torturó a su ex tras su muerte. Aun así, decide ayudarla porque la sombra de sus pesadillas no para de acosarla. Aidan termina la relación con Julia, y desesperado, va al encuentro de una antigua amiga que le dejaba alimentarse de su sangre a cambio de dinero. Evidentemente, eso tiene un riesgo, que puede volver a ser ese que tanto estaba luchando por no llegar a ser.
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