¿Cómo podríamos posicionarnos respecto a Fringe a estas alturas de la historia? ¿Vemos posibles (dejando de lado el hecho de que todo esto es ficción, claro) las posibilidades que se nos están planteando en la serie? Y lo que es más importante, ¿es tan obvio que el objetivo de esta temporada (devolver a Peter a su línea temporal original) está cada vez más difuso? Muchas preguntas, y las que quedan, para un sólo episodio que se ha impuesto como el símbolo de que esta temporada, la cuarta, la cual no sólo guarda más sorpresas de las esperadas sino que apunta maneras para convertirse en la más jugosa de la serie. El triste 1.1 que se mantiene en los demográficos (aunque aumenta el número de espectadores) sin duda es la nota negativa pero hace apenas unos momentos conocíamos que la quinta temporada de la serie podría ser una nueva posibilidad: según TV Line, si Warner Bros TV reduce la tasa de licencia por episodio de Fringe (lo que cobra por cada episodio emitido) la cadena accedería a renovar la serie, y el estudio estaría más que interesado porque como os hemos comentado más de una vez una quinta temporada le daría la posibilidad de sindicación, que es donde está el verdadero negocio.
Cualquiera diría que esta temporada de Fringe fuera a tener tan solo 13 episodios. El nivel al que se han ido acelerando los acontecimientos ha llegado a tal punto que ni un mísero momento de relajación hemos podido encontrar en Enemy of my Enemy. Este título tan simple, obviamente, hace referencia a la unión de fuerzas de nuestros dos queridos universos para detener al nuevo e inesperado villano de esta temporada, David Robert Jones. En este episodio épico, lleno de acción y emoción, podemos observar cómo las fronteras que dividen ambos mundos se difuminan para tratar de poner fin al avance del sanguinario científico, y para ello harán lo que haga falta.
Nosotros conocemos a Jones, pero nuestros protagonistas (los de esta realidad alternativa) no, salvo Peter, en el que tendrán que confiar, especialmente cuando ha cedido primero a ayudar a estos nuevos amigos antes de volver a su hogar, ese universo que ha perdido; y si lo conocemos, sabemos que le gusta jugar, que en su mente trascurre un elaborado plan para salirse con la suya. Se deja atrapar por el departamento Fringe, se deja interrogar e incluso juega a meter miedo a un Alt-Broyles que guarda más de una sorpresa. No obstante, Peter es la variable que Jones no había previsto; es la única persona que podría hundir su plan porque aunque no lo sepa, le conoce a la perfección. Mientras tanto, tras conseguir unos documentos en los que estaba interesado y dejar claro quién es el que manda, Jones obliga a que lo liberen cuando una de sus cambiaformas envenena a toda una planta de un hospital. Y aunque Jones se va con un rastreador que ha ingerido sin saberlo, consigue despistar al equipo Fringe tirando cientos de billetes de dólar al aire que llevaban rastreadores con la misma señal que el anterior (¿cómo lo sabía? Alt-Broyles, claro). La caza de la rata de Jones continúa e incluso atraviesa al otro universo (al azul) y consigue escapar aunque casi se lleva a Olivia por delante, que se salva de ser cortada en dos por la puerta entre universos gracias al aviso de Peter.
Sabemos lo que quiere, la anficilita, que podría destruir un universo, pero no sabemos por qué. Por muy loco que esté, no hay motivos para que Jones quiera dar uso a este elemento, y mucho menos para que Alt-Broyles y, sorpresa, Alt-Nina también lo quieran (esta última demuestra que está preparando a Olivia para algo pero no paro de preguntarme si tendrá algo que ver con ese WTF en el que Nina Broyles se enrollaban en la segunda temporada). Sean cambiaformas o no, lo cierto es que si hay algo que no entiendo de esta historia son las motivaciones de estos villanos. Sí entiendo, en cambio, el papel que Elisabeth Bishop tiene en esta serie: la mujer, aunque no es la verdadera madre de Peter ni la mujer del Walter del universo azul, viaja a este lugar para conseguir que el traumatizado científico ayude a Peter a volver a su casa. Desgarradores momentos que, si bien no son entre familiares, son más emotivos que si lo fueran. A destacar como siempre el grandísimo trabajo de John Noble. ¿Cómo continuará esta historia? ¿alguien puede esperar?
Promo S04E10. Forced Perspective
John Noble es TAN grande. Su escena con Elizabeth Bishop me ha parecido espectacular *.*
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