¿Sería tan grave que cancelaran 'The Simpsons'?

Actualización 08/10/11: La Fox ha llegado a un acuerdo con el estudio y ha renovado The Simpsons por dos temporadas más

Que no cunda el pánico. A The Simpsons aún le quedan varios años de vida, ya sea con nuevas temporadas o explotando las antiguas a través de la sindicación y de las ventas al extranjero (y si no, que se lo digan a Antena 3 y a su gallina de los huevos de oro, tal vez algo deslucido). Tranquilos, porque de momento podréis seguir comiendo con la familia de animación más famosa del mundo. Avalada por 23 temporadas, que se dice pronto, los curiosos personajes amarillos de Matt Groening han amenizado la vida de sus seguidores durante años, nos han contado cientos de historias y nos han hecho disfrutar de increíbles momentos que ya han pasado a la posteridad. Pero, ¿y si acabara aquí?

El mundo entero está en crisis, gran obviedad que parece tener que ser utilizada para explicar toda decisión impopular que amenaza nuestra rutina (a veces, hasta como una excusa un tanto siniestra) pero que también comienza a notarse en la industria televisiva. AMC exige recortes a sus series, Michael C. Hall (Dexter) pide más millones por su contrato que lo que Showtime está dispuesto a ofrecer, Ringer ha decidido desarrollarse en el croma más fundamental (¿o era Terra Nova?), la BBC dice que en 2016 no será tan esplendorosa y, por último (de una larga lista), la Fox ha decidido, ahora, que The Simpsons no puede ser mantenida bajo el presupuesto actual con el que cuenta la serie. D'Oh! Tras convertirse en la comedia de primetime más longeva de la televisión la productora (20th Century Fox Television) exige, a estas alturas de la película, que se recorte lo antes posible el presupuesto de la serie un 30%, un gran recorte que aún queda por debajo que el exigido a los actores de doblaje de un 45%, nada más y nada menos. Aunque las voces más reconocibles de la televisión ya han tenido varios enfrentamientos con la Fox, siempre han acabado llegando a un acuerdo y esta vez podría ser la exceción (lo que significaría o cambiar las voces -insensato- o cargarse la serie). No obstante, hoy, EW anunciaba que los productores han aceptado por fin los recortes que exige la cadena, aunque los dobladores aún no han llegado a un acuerdo (pero poco les falta). Pero, repito, que no cunda el pánico: la Fox no sería tan insensata de cargarse The Simpsons esta temporada sin un apropiado y lucrativo final o, mejor, una gran última temporada que les llenara los bolsillos.

Ahora bien, aunque a The Simpsons aún les quede algo de vida, la pregunta de manual que toca hacerse es: ¿sería tan grave que cancelaran la serie? Digamos que al final se entorpecen los acuerdos y que esta fuera la última temporada, ¿qué pasaría? ¿se acabaría el mundo? ¿se hundiría la Fox? ¿entraríamos en una crisis personal?

Como todo buen hijo de vecino, un servidor forma parte de la generación Simpson. Nací poco después que ellos y desde niño recuerdo ver sus capítulos sin entender nada, hipnotizado por esas divertidas personillas amarillas. The Simpsons nos ha acompañado nuestras comidas, tanto las más festivas como las más frugales; han sido tema de conversación con amigos y hasta con desconocidos; todos recordamos alguna frase, canción o broma (hasta diálogos enteros) que siempre salen a colación en cualquier momento; y, no lo neguemos, todos tenemos o hemos tenido algún producto de su merchandising. ¿Qué tendrán que aunque los veamos una y mil veces no nos cansemos de ellos? ¡Hemos crecido con ellos! Pero, aún así, no sería tan doloroso decirles adiós. Porque, es obvio, tampoco podemos negar la decadencia de la serie: desde aquellos años gloriosos que podemos reconocer por la tonalidad del dibujo hasta los capítulos más recientes  The Simpsons ha ido muriendo lentamente. Han perdido la chispa, el salero, las ganas: han envejecido, como se suele decir, muy mal. Su esencia se ha desvirtuado. Y lo dice uno que aún sigue sus últimas temporadas.

Pero no solo han ido languideciendo en cuanto a calidad, sino también en cuanto a interés mediático y, sobre todo, a audiencias. The Simpsons ya no domina la noche animada de la Fox, ahora más un bloque de Seth MacFarlane que un The Simpsons y compañía. Los anunciantes, por tanto, también van perdiendo el interés en colocar sus spots en esta franja y, por tanto, es hasta razonable que la cadena le haya pedido a la legendaria serie en primer lugar que recorte gastos. Una cadena que tiene productos carísimos en parrilla que no son tan rentables, ni de lejos. Porque esa es otra, la rentabilidad de The Simpsons subyace como elemento cultural y no de ocio y, a ojo de buen cubero, posiblemente sea la serie que más merchandising haya vendido a lo largo de los años en todo el mundo. Como mencioné arriba, la sindicación les funciona estupendamente (si no me equivoco, cada episodio tiene un precio de venta de 1,5 millones de dólares, echad cuentas). Incluso se llegó a hablar alguna vez de crear un canal de cable para la serie. Una locura que sigue sin explicar por qué la Fox ha decidido hacer estos recortes en la serie. Quizás, como la palabra crisis, sea ésta también la excusa para dejar un hueco libre en su parrilla de los domingos, que cada vez exige mayores novedades (este año les llegan dos nuevas series de animación, por ejemplo).

Ahora bien, ¿merece la pena todo esto? ¿no sería mejor que The Simpsons se despidieran de una vez por todas, a lo grande? ¿no hemos tenido suficiente? Porque yo lo tengo muy claro: cuando The Simpsons diga adiós seré igual de feliz que cuando me siento a comer y pongo la tele.