Primera aproximación a 'Dexter'
23 de diciembre de 2010
He terminado la primera temporada de Dexter y, como es normal, quería exponer aquí mis impresiones. Normalmente, me da mucha pereza empezar a ver una serie que está tan avanzada (lleva cinco temporadas y ya se planea una sexta) y además, en mi círculo de amistades solo una persona me la ha recomendado. Pero puesto que los fans de esta serie son tan incondicionales, decidí darle una oportunidad.
Obviamente, no me he sentido decepcionado. A pesar de que los primeros capítulos se me hicieron realmente tediosos, no le di mucha importancia porque lo lógico es que sea así. No hay nada peor que una serie que empieza dándolo todo y se desinfla después de cinco o diez capítulos (fenómeno conocido como Fenómeno Glee). Después del tercero, tal vez el cuarto aunque no sabría decirlo con exactitud, pillé la chispa o esencia de la serie: el protagonista, Dexter.
El problema es el siguiente: Dexter, por lo general, es uno de esos personajes que me provocan un sarpullido, y a día de hoy, aún con las ganas de seguir viendo la serie, no me convence del todo. No hace falta que me acribilléis a insultos, pero un personaje cuyos pensamientos están constantemente ligados a su problema psicosocial, que no nos para de repetir ("Oh, no siento nada, soy un serial killer"), unidos a un continuo de flashbacks que no dudo que son vitales y necesarios, pero que son verdaderamente cargantes, no me inspiran confianza. Eso sin contar que los rasgos o el maquillaje que le ponen a Michael C. Hall son desconcertantes y su expresión facial realmente extraña, lo cual no ayuda a identificarse con el personaje. Supongo que la gracia es que a no ser que seas un asesino en serie, no podrás hacerlo, digo yo.
La cuestión es: ¿por qué sigo viéndola si no me convence el personaje? Bueno, supongo que encuentro mucho potencial en Dexter (como personaje) después de todo, y obviamente lo tiene porque de no ser así ya la habrían cancelado; la audiencia no es tonta. Toda la primera temporada vive un experimento flashbacksiano que le obliga a evolucionar psicológicamente, aunque tampoco en demasía (al fin y al cabo, acaba utilizando sus técnicas contra su propio hermano, ¿no?), y supongo que el asunto no se quedará ahí y habrá mucho juego el resto de episodios. Pero, claro está, no todo es Dexter, y no cabe duda de que las localizaciones, los contextos, las tramas brillantes y la mayoría del reparto secundario son excepcionales. Hace años estuve en Miami por cuatro horas, y viendo Dexter todavía se puede saborear la humedad y el calor del ambiente. ¿Os imagináis Dexter en otro lugar, Dallas o New York? Inconcebible. Dexter es Miami, calor y acento latino (y amén a que por una vez una serie de tales dimensiones se arriesgue a incluir frases en castellano, la mayor parte de ellas bien dichas).
La primera temporada me ha gustado, a secas. No sé si el problema es que tengo mucho vicio de series en general, pero me olía el percal desde el principio (aunque lo de los lazos familiares no me lo esperaba). Si a esto le sumamos que al estar la serie ya por la quinta temporada me he comido más spoilers que bocadillos (Locke da a cada uno lo que se merece), mi indiferencia ante las siguientes temporadas está a un nivel importante. Pero voy a seguir viéndola, porque es Navidad... y porque la season finale fue realmente buena.
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