Por fin. Y lo digo por una buena razón. Por fin le hacen un capítulo a Gloria. Aparte de su figura, hay que resaltar su desparpajo, su acentazo y su forma de ver la vida, y un capítulo dedicado a ella es algo que tenía que llegar tarde o temprano. Y aquí está.
Jay entra en pánico porque Gloria no tiene ninguna compasión en acabar con los animales que la molestan, como las ratas o las cabras de Colombia. Manny y Jay tratan de investigar el garaje por si había signos de sangre de perro y Gloria les pilla.
Más tarde, Gloria confiesa que ella no mató al perro, sino que lo regaló en una finca donde el perro podría correr y ser feliz (suena a mentira pero le enseña una foto). Para demostrar que no cree que Gloria sea una asesina por ser colombiana, Jay la regala unos billetes de avión para ir a Colombia. Gloria finge alegrarse pero nada más lejos. Esperemos que nos den la oportunidad de ver ese viaje.
En casa de los Dunphy, Claire ve cómo su familia está totalmente enganchada y en dependencia de la tecnología, y les propone un reto: una semana sin ordenadores, consolas, ipods, internet o móviles. Los niños se quejan pero Phil aumenta el desafío a otro nivel: un concurso. El miembro de la familia que dure más sin tecnología tendrá lo que quiera: Haley quiere un coche, Alex un ordenador y Luke un pastel de pollo.
Haley es el desafío de verdad para sus padres: los otros dos rápidamente se retiran, y Claire tuvo que usar el ordenador en una urgencia. Todo está entre padre e hija.
De repente, los padres escuchan gritos de la habitación de Haley y la pillan hablando por teléfono. Phil se burla de ella por perder y rápidamente se pone a mirar la alineación de su equipo de fútbol virtual. Pero es todo una trampa: el móvil que estaba usando Haley era de jabón negro. Les había engañado.
Por otro lado, Cam y Mitchell se asustan cuando se dan cuenta de que los amigos de su hija Lily ya están empezando el preescolar ("dejen a los gays criar a la única china de bajo rendimiento de América", dice Mitchell). Consiguen una entrevista en una escuela que les encantó, y la que les atendió les dijo que no se preocuparan, que dos gays con una hija asiática es lo que buscan todas las guarderías para dar una buena impresión sobre su multirracialidad.
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