La última parte de la serie arranca cada semana con breves resúmenes del viaje de los supervivientes hasta ahora. Esta semana hemos visto las diferentes versiones de Eugene a lo largo de la serie: su falsa misión a Washington D.C., el descubrimiento de su mentira, su alianza con Negan...
Eugene vuelve a estar en peligro porque Pamela quiere que pague por la muerte de Sebastian. Le vemos en este episodio sufriendo una crisis existencial bastante dura. Estar oculto mientras capturan a Max y el resto hacen el trabajo por él le está poniendo de los nervios. El viejo Eugene hubiese accedido de buen grado, pero el nuevo Eugene es valiente, se hace dueño de sus acciones y está decidido a afrontar la consecuencia de sus actos para salvar a la mujer que ama. Aunque eso pueda suponer su muerte. Aunque su mejor amiga Rosita le suplique que no se entregue.
Pamela necesita dar ejemplo a los habitantes de The Commonwealth. Demasiadas crisis abiertas a la vez. Así que no duda en utilizar a Max para garantizar que Mercer haga el mejor trabajo posible. Esta nueva misión lleva al hombre del uniforme naranja a entrar en conflicto con los pilares de su vida: Rosita, Max y Juanita.
La pérdida de Rosita es rápida, pero no deja de resultar interesante ver como Mercer la interroga. El conflicto con Max es cuestión de principios. Cuando Max es atrapada, Mercer le pide que traicione a Eugene, que mienta y se salve. Su hermana ha cambiado mucho en el breve tiempo que lleva con nosotros, evolución forzada o no, no va a tirar por la borda toda su lucha. Le va a tocar a Mercer posicionarse de una vez. ¿Tan importante es para él proteger un sistema tan corrupto? Si algo ha permitido el apocalipsis es crear nuevas normas de conducta, ¿debemos continuar cayendo en los errores del pasado?
El caso de Juanita es diferente. Ambos llevan juntos desde que Juanita puso un pie en The Commonwealth, y esta semana vemos uno de los momentos más emotivos de Princess. Juanita es puro corazón y se come a Mercer en la ruptura. Una relación de lo más fría, pero no nos sorprende por el limitado desarrollo que ha experimentado Mercer desde que se unió a la serie. Si tan solo los hubiésemos visto más tiempo juntos... De hecho, es la primera vez que vemos en pantalla a Juanita en esta tercera parte de la temporada. Hemos pasado de tener miedo a que nos cansase su intensidad, a no tener suficiente.
A Princess le da tiempo a tener otra conversación trascendental con Ezekiel, que a pesar de lo que está ocurriendo, sigue empeñado en quedarse. Lo único que puede justificarlo es que los médicos le hayan dado muy malas noticias. A estas alturas de la película, ¿hemos ganado con la decisión de no matar a Ezekiel en las picas?
La otra crisis a la que se enfrenta Pamela es Lance. Es consciente de que su hijo muere por su plan de escape pero sabe que quizás sea una pieza importante para enfrentarse a Alexandria. Sus peligros han aparecido cuando ellos han llegado, y deben enfocarse en su enemigo común. Eso sí, Pamela se juega la vida de Lance a suertes, y le deja con su hijo zombieficado para que lo alimente. ¿Homenaje a la muerte de Andrea?
La otra trama del episodio es la road trip de Aaron, Jerry, Lidia y Elijah (confieso que tengo que buscar en IMDb el nombre de este último cada vez que tengo que escribirlo). Mentiría si dijese que no estoy sorprendido, suponía que les darían 5 minutos de pantalla en Oceanside para dar por cerrada la trama del pueblo del mar.
Esta trama ha sido una oportunidad perdida para despedirnos de algún personaje. Jerry tenía todas las papeletas, pero no ha sido así. El escenario era perfecto. Una especie de refugio seguro que se convierte en una trampa mortal porque algunos caminantes han adquirido habilidades hasta ahora nunca vistas. Caminantes capaces de abrir puertas, de trepar y de hasta forcejear contra las armas. La autonomía de estos zombies ha sido tan sorprende que los personajes creían que eran Susurradores extraviados. ¿Qué sentido tiene presentar una nueva amenaza sin cargarse a nadie?
Además, hemos tenido un emotivo momento en el que Aaron le habla a Lidia de Eric. Le cuenta cómo se conocieron y por qué no debería dejar pasar el tiempo si lo que quiere es estar con Elijah. Lidia sigue el consejo y deja de hacerle la cobra al chaval. Tenemos nueva pareja oficial. Y ¿nos importa? Es curioso que Angela Kang diga que Aaron es como Maggie, que no vuelve a enamorarse después de la muerte de su amor. Lástima que la marcha prematura de Jesus nos privase de poder ver este romance adaptado. No le han encontrado un nuevo hombre gay en cuatro temporadas.
El episodio se cierra con un nuevo cliffhanger. Un par de matones entran en casa de Rosita, y aunque se resiste, la secuestran.
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