La The Walking Dead de Angela Kang sigue decidida a sorprendernos y a hacernos olvidar las cuestionables temporadas siete y ocho. Esta vez lo consigue pero no sin dejarnos con serias dudas sobre ese plot twist. Metido con pinzas y con muchas preguntas que resolver.
La trama de Siddiq, de la que nos quejábamos la semana pasada por su poca dirección, se ha solucionado de un plumazo y ha añadido un ingrediente extra que va a ser interesante seguir desarrollando. Los flashes sobre la matanza no paran de repetirse y, sobre todo, no para de ver una y otra vez a su amiga Enid morir (quizás dejen en un futuro a Alden, su novio, expresarse sobre el tema).
La situación en Alexandria empeora. La gente sigue enfermando y no hay causa que lo explique. La clave está en el agua y se lo dejan claro al espectador durante los 40 minutos de episodio. Agua, agua y agua. Parece que Gamma ha conseguido su objetivo contaminando el agua con caminantes y una señora acaba pagando con su vida. No será la última persona en morir en el episodio. Y para verlo, cambiamos de escenario.
Seguimos en Alexandria, pero nos movemos a la celda en la que Carol tortura al Susurrador secuestrado bajo la atenta mirada de Daryl y Gabriel. Lydia es la que le da la idea a Carol. Los Susurradores jamás traicionarán a Alpha, la idolatran. Lo único que puede hacer mella en el grupo es la propia visión de la vida que existe en las poblaciones. La idea más peligrosa es la de ver que una vida diferente es posible. E intentan convencer al Susurrador con comida y “lujos”. Esa idea es muy interesante, vimos hace unos episodios como ya existía el runrún en los dominios de Alpha y vemos como Gamma flojea en sus intercambios con Aaron.
Pero el arma más efectiva contra los Susurradores es la verdad. Enfrentarles a las mentiras de Alpha es la principal baza de Carol. Creen que Lydia ha muerto y que Alpha ha hecho un enorme sacrificio. Pero es mentira. Gamma ha sido la primera en enterarse, Lydia, sintiéndose utilizada ha huido y el Susurrador secuestrado ha muero por un “error médico”.
Y hablemos de medicina. El trauma de Siddiq nos ha dejado grandes momentos junto a Rosita. Hemos podido ver lo mucho que se quieren y te hace cuestionarte por qué habrán roto. La química que tiene Rosita con Siddiq es infinitamente mayor que la que tiene con Gabriel. Incluso Rosita y Eugene parecen más una pareja que la oficial. Por fin el médico le cuenta sus problemas a alguien y gracias a eso se da cuenta del problema del agua.
No es la única cosa que descubre en este episodio. Dante vuelve a hacerse el psicólogo con Siddiq y descubrimos que el nuevo médico tiene un tic que hace que Siddiq abra los ojos sobre la noche en el granero. Los flashes vuelven y escucha el mismo tic en su oído. Dante es un Susurrador. Y no uno cualquiera. Fue el que agarró y obligó a Siddiq a mirar mientras decapitaban a sus amigos. Y no va a poder ayudar al resto porque en un forcejeo Dante acaba matándole. Boom. Trama resuelta.
Y nos preguntamos, ¿por qué Gamma reacciona de tal forma al ver a Lydia viva pero Dante es capaz de vivir con ella sin inmutarse? ¿Por qué Lydia reconoce al secuestrado pero no a Dante? ¿Será capaz Dante de volver a los brazos de Alpha o la comodidad de Alexandria será demasiada tentación? ¿Cómo y cuándo ha surgido este plan de los Susurradores? ¡Queremos respuestas!
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