Borrón y cuenta nueva. Como todos los años, tenemos que dejar marchar a aquellas series y personajes que durante años se han ganado una parcela en lo más profundo de nuestro corazón. Lloraremos y una parte de nosotros se irá con ellos. En otros casos, esbozaremos media sonrisa perversa y susurraremos en la nunca un "ya era hora". Eso sí, el mundo de la ficción televisiva es muy inestable y cuando decimos adiós a lo mejor solo estamos diciendo hasta luego: remakes, reboots, cualquier otro término que empiece por "re-", "nueva cadena" o "Flash ha vuelto a alterar la línea temporal" son las fórmulas preferidas. Pero hasta que mi yo del futuro solucione ese percal, y le dé rentabilidad de alguna manera (quizás con una lista de los mejores regresos), entonaremos un adiós con todas las letras como si 2018 fuera verdaderamente el punto y final de sus vidas.
10. Hora de aventuras
Las series de dibujos animados también terminan. Estamos muy mal acostumbrados a seguir viendo episodios de Los Simpson cuyo final no está ni siquiera cerca, pero todas las historias necesitan un final y Jack y Finn lo han conseguido después de 8 años. Aunque ha sido un desenlace algo agridulce para el universo de Ooo, que aparece medio apocalíptico y destruido después de muchos años, nosotros nos damos con un canto en los dientes porque sus personajes consiguieron la satisfacción que buscaban. Pero, sobre todo, Marceline y la Princesa Chicle por fin se fundieron en el maldito beso que todos estábamos esperando para que triunfaran los valores que realmente necesitamos en una serie de dibujos animados.
9. Ian Gallagher en Shameless
La despedida de Ian nos duele, aunque estamos seguros que nos dolerá más el adiós de su hermana el año que viene, porque el equipo de producción jamás ha sido capaz de equiparar su salario al de William H. Macy, con menos peso, incluso, que su hija ficticia. Cameron Monaghan tiene un futuro cinematográfico y televisivo apabullante y su personaje, uno de los hermanos medianos de la familia más disfuncional de la televisión, dice adiós a mitad de temporada y hasta siempre. Porque en Shameless hemos podido comprobar que el adiós anunciado es real. Y duele. Hemos podido crecer al lado del pelirrojo, vivir su salida del armario, su bipolaridad, sus múltiples relaciones y celebrar el amor que transformó al macarra de Mickey (lo transformó para ser una persona cariñosa y cercana, pero siguió siendo un delincuente). Y es ahí, entre rejas, teñido de moreno y con el amor de su vida, después de una epifanía homosexual-religiosa, donde despedimos a Ian. Un final agridulce, pero una despedida por todo lo alto.
8. Scandal
Shonda Rhimes es una gallina de huevos de oro muy especial, pero hay veces, por cuestiones del destino, o por un desarrollo de guión bastante pobre que supera con creces en aburrimiento a las idas y venidas de Anatomía de Grey, que los huevos se rompen. Tiene mucho mérito estar involucrada en 5 series que se emiten en la actualidad, algunas de las mismas creadas por ella, pero Scandal no daba para más. El crossover de Olivia Pope con How to Get Away With Murder fue la guinda de un pastel que se desbordaba por los cuatro costados, con juegos políticos redundantes y tramas amorosas que pedían a gritos un final. Uno eso sí, que contó con la marca de la casa: un épico monólogo que nos trasladó a aquellas temporadas en las que el ritmo y los escándalos en Washington eran verdaderos y apasionantes protagonistas de la serie. ¿Os suena? Esperamos no incluir otra ficción de Shondaland en la lista de 2019.
7. Iron Fist, Luke Cage y Daredevil
La escabechina de la ficción de Marvel en Netflix es real. Tres por el precio de una. Iron Fist, Luke Cage y Daredevil han desarrollado con éxito las que son sus mejores temporadas, lo cual no era muy complicado, pero eso no ha sido suficiente para salvarlas de la purga. Han sido fulminadas, casi de manera seguida, en poco menos de 2 meses. Desconocemos si es una cuestión relacionada con la inminente llegada de la plataforma de Disney o si, en cambio, tiene que ver con una relación negativa entre gastos y espectadores por la que los de Reed Hastings pierden cantidades infames de dólares. En cualquier caso, los derechos de emisión seguirán siendo suyos, así que tampoco tiene mucho sentido resucitarlas en el gran conglomerado audiovisual. Desconocemos, por tanto, esa cascada de cancelaciones, pero lo sufrimos por ser inesperada y cruel. En 2019 llegan Jessica Jones y The Punisher, que posiblemente tendrán un desenlace igual de frustrante que sus series hermanas. Esperamos que, por lo menos, tengan oportunidad de cerrar las historias correctamente.
6. Rick Grimes en The Walking Dead
Andrew Lincoln se despidió en 2018 de la serie que ha marcado su carrera (porque, seamos sinceros, Love Actually no cuenta) con un episodio especial... en el que no murió. Después de atravesarse el cuerpo con dos barras de hierro y deambular moribundo a lomos de un caballo durante horas, Rick no murió. Viejas glorias de la ficción se reunieron en forma de alucinaciones para despedir al personaje, pero resulta que los planes de Rick no eran convertirse en un zombie, sino sacar más rédito económico de su historia. Aunque ya no aparecerá más en la serie de AMC (o sí, porque nunca se sabe), la cadena va a preparar la friolera de tres películas para contar qué narices ha pasado y adónde se dirige ese helicóptero. No sabemos si estos tres largometrajes verán la luz algún día porque, aunque Rick no haya muerto, sus datos de audiencia están a punto.
5. The Americans
Ninguneada, olvidada y, a pesar de ello, ejemplo constante de solidez, ritmo televisivo y brillantes guiones. The Americans ha luchado contra viento y marea en FX, consiguiendo renovar hasta por una sexta temporada a pesar de unos datos de audiencia que nunca les han acompañado. Pero la confianza y el sello de calidad de la cadena primaron por encima de todo y Joe Weisberg pudo contar su historia hasta el final. Nuestros espías soviéticos consiguieron una conclusión satisfactoria, lo cual se puede entender de muchas formas, teniendo en cuenta las circunstancias. Aun así, tuvimos amor en tiempos de guerra fría, acción y espionaje. Parece que la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión de Estados Unidos se cayó del guindo con su despedida y premió a la serie, después de no saber ni de su existencia, por Mejor actor y Mejor guión. Además, están nominados en los Globos de Oro 2019 incluso hasta por Mejor serie. Las despedidas ayudan a que, finalmente, se acuerden de ti.
Ni siquiera el cambio de cadena de Lifetime a Hulu ha perjudicado a UnREAL, que como un gran titán ha aguantado todas las estocadas para terminar de contar la historia que quería. En un año tuvimos dos temporadas porque somos adictos al drama. El show de Quinn y Rachel jugó con nosotros y nos hizo ilusiones para que el personaje de Shiri Appleby se convirtiera en nueva tronista de un programa que ya nos importa menos porque solo queremos maldad, dosis de veneno y destruir la producción televisiva desde dentro. A pesar del final de infarto, con llamas y verdadera destrucción, nosotros queremos y necesitamos que este ficticio reality show de citas regrese.
3. Sense8
El cluster fue desterrado después de 2 temporadas, según cuentan, por un alto coste de producción y un bajo reporte en visualizaciones. Por suerte, y también por desgracia, este verano tuvimos su conclusión. Un final a la altura de la historia y de la diversidad, con momentos épicos y emotivos rodados con muy buen pulso, muy buenas interpretaciones y una banda sonora significativa. Sin embargo, las hermanas Wachowski no tienen demasiado claro a qué está jugando Netflix. Sus creadoras han pedido hacer maratón de Sense8 en Navidad porque puede ser clave para que los sensates regresen a la plataforma. Dicen que a la tercera va la vencida, así que es posible que este adiós, que ya es el segundo, se vuelva a transformar en un hasta la próxima.
2. Carlos y Karina en Cuéntame cómo pasó
Es bueno que, para bien o para mal, solo haya habido una despedida patria que realmente nos importa. Y menuda despedida. Fue emotiva y fue simbólica. Elena Rivera y Ricardo Gómez se despidieron después de 14 y 18 años, respectivamente, de una serie en la que crecieron como personajes, pero también como actores. A ritmo de Mocedades, que automáticamente te pone la piel de gallina con su Eres tú, Cuéntame cómo pasó dijo adiós a esta pareja tan peculiar. Convertido en el narrador que fue desde el principio, Carlitos tomó las riendas de su vida para "contar lo que pasó, por qué pasó y cómo pasó" en su familia, en su barrio, en su país y en su historia de amor. Con las Torres Gemelas de fondo, un claro guiño a la fecha en la que comenzó esta longeva ficción, Karina Saavedra y Carlos Alcántara se despidieron de San Genaro en 1988 para embarcarse en una nueva aventura en Nueva York que solo nos podremos imaginar.
1. House of Cards
La primera gran producción de Netflix como plataforma de SVOD llegó a su fin a principios de noviembre. Después de las acusaciones de abuso sexual a menores contra Kevin Spacey, protagonista, pero también productor ejecutivo de la ficción, Netflix decidió matar a Frank Underwood de la noche al día y encumbrar a Claire Underwood como protagonista absoluta del desenlace. Todo parecía estar servido para una traca final con Robin Wright al frente. Sin embargo, lo que finalmente obtuvimos fue una estampa festiva en la que piensas que el ruido de los petardos va a ser ensordecedor, pero resulta que están defectuosos y su ruido acaba siendo algo muy parecido a una pedorreta. Exacto, la gran despedida de 2018 lo es por ser la más decepcionante. Hasta nunca, House of Cards. Solo podrá ser recordada por todo lo bueno que fue y que dejó de ser en un abrir y cerrar de ojos. Una oportunidad de oro desaprovechada hasta la máxima consecuencia con un paupérrimo y soporífero final sin sentido que nos dejó desconcertados y helados.
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