Fear The Walking Dead ha puesto el punto final a una de sus mejores temporadas. Lástima que lo haya hecho con una segunda mitad un poco repetitiva y sin chispa. Era obvio que iba a ser imposible mantener el ritmo con el que nos había sorprendido durante la trama del estadio, pero algo más interesante se pudo haber hecho con ocho episodios que han girado en torno a unas cajas y a una señora que se vuelve maligna al perder la esperanza y la cordura.
La presencia de Martha es una perfecta excusa para mostrarnos lo que pudo haber sido Morgan si no hubiese sabido recomponerse. No había muchas diferencias entre el Morgan que vimos en Clear, en la tercera temporada de The Walking Dead, y la Martha que vemos a hora. Si pierdes gente, te pierdes a ti mismo. El hombre del palo perdió a su esposa y a su hijo y casi se perdió por completo. Luego perdió a su maestro. Más tarde perdió a Benjamin. Y con cada una de esas bajas, Morgan perdió su un poco de su esencia.
Ya vimos cuál fue la razón por la que Martha se convirtió en la una sádica asesina. Y aunque sus acciones resultan un poco excéntricas, cada uno lidia con el dolor a su manera. Y si pierdes la cabeza en el proceso, no hay explicaciones que valgan. Morgan y Martha terminan su rivalidad de una manera un tanto anticlimática. Con una lucha que no es tal y con una despedida que deja a nuestra villana esperando a la muerte y con un Morgan que le da la espalda, negándose a matarla.
La gran incógnita del episodio era conocer si Al estaba viva o no. Como era lógico, la periodista ha sobrevivido con uno de esos escapes que han hecho famoso al universo de The Walking Dead. Y no solo lo ha hecho al escapar del hospital, sino que sobrevive tirada en la carretera después de que Martha le dé un golpe en toda la cabeza.
La historia del grupo en este episodio pasa por ser meros accesorios al trauma de Morgan. Ver a personajes como Alicia convertidos en el cebo del personaje al que nos han querido forzar como protagonista es demasiado injusto. La gente no ve Fear The Walking Dead por Morgan. Esta serie pertenecía a los Clark, y Alicia es la única que queda. Dejar que todos se envenenen para que Morgan les rescate es peligrosamente similar a lo que ocurrió en el rancho cuando Alicia fue la encargada de luchar por un rancho que murió al completo.
La temporada termina pisando el freno. El ansia que tenían por regresar a Alexandria parece diluirse porque parece que la serie puede aguantar un poquito más por su cuenta. De momento, les dejamos asentándose en una fábrica de vaqueros para poder ayudar a la gente. Conociendo como funciona esta serie, imaginamos ya que esa fábrica durará en pie hasta la mitad de la próxima temporada. Esperamos que nos sorprendan.
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