¿Qué significaba el templo religioso que clausuraba Lost? ¿Y el campo tiñéndose de negro al final de Carnivàle? ¿La habitación roja de Twin Peaks? Si algo caracteriza a las grandes series de género es su poca voluntad por cerrar definitivamente su misterios. Como si de un crimen sin resolver se tratase, los fans / detectives teorizan y arman construcciones teorías en ocasiones mucho más complejas que las propias series analizadas (hablo de ti Westworld)
The OA es el último ejemplo en esta tradición seriéfila. La joya oculta que Netflix nos regaló como despedida de 2016 no ha parado de crecer desde su lanzamiento, casi como si el descubrimiento de ese quinto movimiento abriese un limbo cibernético de teorías, paranoias y montajes de capturas de pantalla. ¿Crees acaso que es casualidad que todos los personajes usen el mismo color de ropa en la escena final? No seas iluso y entra en Reddit. O mejor aún, sigue leyendo este post.
Adentrarse junto a Prairie en esta serie de Netflix es similar a realizar una autopsia. El primer corte a ese cuerpo aún palpitante que es The OA (perdón por la sangrienta metáfora) se produce al descubrir los libros que la protagonista esconde bajo su cama. A partir de este instante la serie se desdobla y pasa a un obsesivo y constante análisis de ella misma. ¿Es todo una construcción teórica por parte de alguien con problemas psíquicos o lo que vimos fue real? ¿Hasta que punto es legítimo que las especulaciones tan habituales entre los fans no puedan ser ejecutadas por los personajes? Cabe preguntarse: ¿sería todo falso si Prairie lo hubiese construido o sería real en tanto que el plano de su narración se confunde con el de la propia serie?
La incisión que hemos hecho es bastante profunda y perdernos en ella es probablemente lo más divertido que la serie puede ofrecernos. Por el camino de esta autopsia (¿pre-mortem?) nos toparemos inevitablemente con la sangre que oxigena este tipo de espacios: la paranoia. Como Carrie Matthison mezclando antipsicóticos con vino blanco, acabaremos uniendo al FBI con el braille y a ambos con Rachel. ¿Hay un significado oculto tras esta red de conexiones? Sea así o no, la belleza innegable de la teorización no tiene en la veracidad un requisito indispensable.
¿Cómo no disfrutar pensando que los cinco encarcelados pueden haberse transmutado de algún modo en los cinco acólitos de la protagonista? Es posible que éstos sean tan fans como los propios espectadores, pues su labor parece ser la de construir a través de los relatos de Prairie (la serie dentro de la propia serie) una narrativa coherente. Visto esto nada resulta más lógico que adueñarse del texto que es The OA y recomponerlo desde nuestra perspectiva. Convertirnos en infinitos grupos de cinco que vuelvan a escuchar y colaborar para generar ideas, movimientos.
Quizá esa sea la gran lección que oculta la serie: la difuminación de las fronteras realidad / ficción y serie / fan generan una comunión de extremos dispares unidos en sus diferencias. Probablemente los cinco movimientos sean tan sólo una excusa y lo que de verdad importe sea hacerlos juntos.
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