El pasado 15 de Noviembre, la serie de Syfy Channel Zero ponía punto y final a su primera temporada, la cual ha estado a la altura a pesar de su decadencia con respecto a los primeros episodios.
La serie parte de un creepypasta que da nombre a esta primera temporada, Candle Cove, inspiración que fue muy llamativa y atrajo la atención a más de uno —yo, por ejemplo— . Aparte de la originalidad de esto, la serie también cuenta con una atmósfera misteriosa que combina perfectamente con la intriga que se va generando capítulo tras capítulo.
Es muy recurrente en la serie el uso de los flashback para ir explicándonos la importancia de los acontecimientos ocurridos en el pasado en relación con el presente. Esto está muy bien conseguido, convirtiéndose en otro de los pilares principales de la serie, ya que es preciso contar el pasado de Mike y Eddie, principales personajes de esta historia.
Otra de las originalidades de la serie ha sido la creación de los monstruos de la misma, especialmente el principal, un ser hecho de dientes que es de lo más creativo y creepy y que consigue ser tan tétrico como la atmósfera gris de la serie. Lo mismo ocurre con los títeres que los niños ven en el programa, que a pesar de ser de lo más simples tienen algo que incomoda; aunque esto ayuda en el desarrollo de ese estado catatónico en el que entraban los niños cuando veían el supuesto programa. Hablando de los niños, estos consiguen ser terroríficos con tan solo su mirada, sin necesidad de hablar demasiado. También está muy bien conseguido el papel de la profesora, ya que, en un principio, ni se nos hubiera pasado por la cabeza que ella se encargaría de tantas ideas macabras, pasando a ser finalmente una de las claves de la temporada.
Sin embargo, no todo podía ser bueno, el protagonista Paul Schneider (Parks and Recreation) no consigue ser creíble, llegando incluso a ser inexpresivo y cargante en algunas situaciones. Esto, sin duda, perjudica muchísimo a la serie, pues es el que lleva todo el peso de la misma. En general, todos lo hacen bien, excepto el más importante, el protagonista.
Tampoco han sabido manejar la intriga con la que se iniciaba la serie, principalmente por el ritmo tan lento con el que se suceden los acontecimientos, lo cual acaba aburriendo y se refleja claramente en el bajón de su audiencia, pues el último capítulo fue el menos visto.
En suma, la serie es muy buena tanto visual como narrativamente, pero tiene algunos fallos que le han obstaculizado el llegar a más audiencia o, al menos, mantener la que ya tenía. A pesar de esto, Channel zero demuestra, una vez más, que se pueden crear historias de terror sin necesidad de recurrir a los sustos o al exceso de sangre, simplemente con una atmósfera tétrica e incomoda y una buena historia.
¿A vosotros qué os ha parecido esta primera temporada?
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