Cuántas series nos habríamos perdido si sólo las viésemos dobladas. Nunca habríamos conocido Parks and Recreation. Nadie habría sabido de la existencia de Orphan Black hasta la llegada de Netflix a España. Y lo más importante, pocas ficciones británicas llegan a doblarse porque no compensa la compra de temporadas tan cortas(a pesar de que una temporada de veintitantos episodios es, en la mayoría de series actuales, un disparate).
Siempre he pensado que una de las mayores ventajas de una serie es que profundiza más en los personajes. Los conoces durante más tiempo y, tras años y años de compañía, prácticamente los acoges en tu familia. Pero diez episodios anuales son suficientes, nos estamos cansando de los capítulos de relleno. Quién me iba a decir a mí, un fan de las grandes largas producciones americanas, que acabaría prefiriendo las pequeñas y escuetas joyas británicas. Aquí tres ejemplos:
Doctor Foster (BBC One)
Gemma Foster es la doctora del pueblo. Es una mujer fuerte, segura y exitosa con una familia perfecta hasta que un día cualquiera comienza a sospechar que su marido le engaña. Foster lucha por conocer la verdad y también para sobrellevar las consecuencias. El final del primer episodio me dejó boquiabierto durante un buen rato, aunque la trama no avanzó como yo esperaba. Su actriz protagonista, Suranne Jones, es un valor en alza. Jodie Comer también participa. Con cinco episodios, está renovada por una segunda temporada que quizás no debería existir, pero será un placer volver a encontrarse con estos personajes.
Happy Valley (BBC One)
La sargento Catherine Cawood ha criado a su nieto, fruto de una violación, porque su hija se suicidó al poco de dar a luz. El violador lleva tiempo en prisión –por otras razones– y está a punto de salir. Al mismo tiempo, secuestran a la hija del empresario Nevison Gallagher por un malentendido. Es decir, vamos a ver a Catherine trabajando mientras intenta seguir adelante con su vida. El final del cuarto episodio puede causar taquicardia. Se han emitido dos temporadas de seis episodios y habrá una tercera. Por cierto, el 4 de mayo sale a la venta la primera temporada en DVD en España. Yo ya la tengo encargada.
Thirteen (BBC Three)
Ivy Moxam, de veintiséis años, escapa tras trece años secuestrada. Su familia y amigos han cambiado. Lo que le preocupa a la policía es que no sea un secuestro al uso y que ella oculte algo sobre su cautiverio o entorpezca la captura de su secuestrador. Ni los actores son magníficos ni los personajes son muy avispados, pero Jodie Comer destaca y me ha dado todo lo que no me dio en Doctor Foster. Cinco episodios y final cerrado.
¿Más propuestas? The Fades, In the Flesh, The Wrong Mans o Utopia –injustamente canceladas, si se me permite decirlo– contaron con gran cantidad de seguidores que todavía lloran su ausencia. Lucky Man, Unforgotten y The Missing ya han sido renovadas por una segunda temporada. The Night Manager, con la renovación en el aire, es una gran adaptación de la novela de John Le Carré alabada por la crítica. La tercera y última temporada de The Fall todavía no tiene fecha de estreno y Luther vuelve a suscitar el interés de BBC desde que FOX anunció un posible remake americano.
Por último, The Five, thriller del novelista Harlan Coben que se estrena esta noche en Sky1, Undercover en BBC One o Marcella, drama detectivesco de Hans Rosenfeldt (Bron/Broen) recién llegado a ITV, prometen dar un paso más hacia la consagración de la televisión british.
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