Hace
un mes os contábamos las claves para el regreso de Doctor Who y ahora
que se ha estrenado la novena temporada podemos empezar a encajar las piezas
del puzzle de rumores, fotos de rodaje y declaraciones misteriosas. Las últimas
dos semanas han sido un hervidero de especulaciones por culpa de las dos
precuelas (El breve Prólogo en el Planeta Karn y The Doctor’s Meditation) mientras Jenna Coleman confirmaba que su viaje en la Tardis
había llegado a su fin.
En
los dos mini-episodios (parece que Moffat volverá a recurrir a ellos durante
toda la temporada para contar pequeños detalles clave) se exploraron los miedos
del Doctor, su afición por la mentira y la nueva guerra final que nos
espera. Hubo espacio para las meta-referencias marca de la casa —con esa
expresión “cuida del Universo por mí, he puesto mucho trabajo en él”, que Hugh
Grant decía en aquel maravilloso especial titulado The Curse of Fatal Death—.
Skaro is back b*tches!
Es
una de las preguntas más conocidas y que plantea más debates morales: si
supieses que un niño iba a convertirse en el dictador más horrible que haya
dado la Historia, ¿acabarías con él?. Moffat parte de esta disyuntiva para
plantear la trama que perseguirá al Doctor en los próximos episodios. El
guionista y showrunner demuestra su dominio del pasado de la
serie recordándonos uno de los mejores episodios de Tom Baker: Genesis of
the Daleks.
Allí
el Cuarto Doctor conocía por primera vez a Davros mientras viajaba al pasado en una misión de los TimeLords para intentar evitar la creación de sus míticos
enemigos. Sin embargo, las dudas corroían al Doctor, quien se preguntaba “¿Tengo
derecho a hacerlo?”. El primer capítulo de esta nueva entrega juega con todos estos
referentes al traer de nuevo al malvado creador de los Daleks y su planeta de origen, Skaro, planteando el
dilema de que todo sea culpa de la encarnación interpretada por Peter Capaldi.
Al
mismo tiempo, Clara Oswald sigue dando clases y acaba siendo reclutada por
Missy (recordemos, la nueva versión del Master) para ayudar a su amigo en común
—y tomar un café en Garachico (Tenerife)—. Venga Clara, ¿de verdad creías que
el testamento era para ti, con la de historia que tiene el Doctor?. Finalmente lo encuentran pero Davros vuelve a
escena para complicarlo todo con muertes por partida doble. Es un capítulo de
presentación que va ganando ritmo según se va acercando a los minutos finales y
Moffat pone las cartas sobre la mesa: ¿Morirá Clara o su salida de la serie
será menos dramática?
Capaldi y Michelle Gomez: papeles a medida
Más
allá de las nuevas tramas (o no tanto, el señor Moffat vuelve a plantear la
muerte del Doctor o a abusar de las paradojas temporales), hay que destacar a
un Peter Capaldi que se nota que disfruta interpretando al personaje. Más
calmado y reflexivo que en la pasada temporada, el escocés le imprime un tono
oscuro que puede ser muy interesante.
La
otra gran protagonista es Missy, totalmente desatada. Aunque el cambio de
género para el Master sigue sin convencerme, no se puede negar que Michelle
domina a la perfección el personaje, con una entonación y una mirada que
refleja su maravillosa personalidad de psicópata. Cada vez que sale en pantalla
eclipsa a los demás: ¡el verdadero peligro es ella y no Davros!
Ha
sido un comienzo potente, con efectos especiales de gran nivel y el regreso de un enemigo de la vieja escuela. Aún así tendremos
que esperar hasta ver The Witch’s Familiar para comprobar si Moffat
vuelve a recuperar el pulso perdido en la octava temporada. ¿Qué os pareció
este primer capítulo?
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