La televisión cambia de pantalla

 

Era de esperar, pero lo que no sabíamos es que tendríamos que esperar tanto. 

En un mercado actualmente marcado por la aparición de nuevos competidores que apuestan tanto por la diferenciación de sus productos (en muchos casos, series para audiencias nicho) como por nuevas formas de consumo, la televisión tradicional ha empezado a mostrar signos de obsolescencia y las grandes cadenas han tenido que hacer el esfuerzo de mantenerse a la orden del día para tratar de atraer al mismo número de usuarios pero con el doble de esfuerzo (y si vemos los datos de audiencia, sin demasiado éxito). La ley del más fuerte ya no impera en la televisión donde, amparada por los nuevos medios y plataformas de consumo, es el más rápido el que se lleva el gato al agua. 

Si bien, hemos de suponer, tanto las grandes cadenas comerciales (las cinco networks) como sus primas del cable, han estado y están trabajando para desarrollar sus plataformas de streaming online, no era hasta esta semana cuando dos referentes de ambos bandos han anunciado sus novedades: Hace dos días, HBO reculaba y anunciaba que su plataforma online estará disponible también a no-suscriptores a partir del año que viene. ¿Qué significa? Que el consumidor que no se quiere gastar una pasta ya sea en el cable premium en un pack completo de canales, podrá pagar una cómoda tasa a cambio de ver el mismo contenido, del mismo modo que puede hacerlo para ver Netflix, o Hulu, o Amazon Prime. 

De este modo, HBO (cuyo precio actualmente está alrededor de los 16 dólares) entrará en competencia directa con ellos a un precio que, podemos suponer, será competitivo: si no me equivoco, Netflix cuesta alrededor de 8 dólares y el servicio streaming de HBO deberá ser similar (de hecho, actualmente los 15 dólares se desglosan en 8 dólares para el distribuidor y 8 para la cadena, así que hagamos las cuentas de quién sale perdiendo).

Esta noticia es, aunque no lo parezca, de total relevancia, pues anuncia el final de la era del cable con todas las letras. Si puedes ver cable sin tener cable, ¿cuántos suscriptores dejaran de serlo? ¿y cuántos no suscriptores dejarán de tener razones para serlo? Sin duda, este hecho impactará en la industria de una forma revolucionaria y estoy seguro de que el resto de competidoras del cable no tardarán mucho en seguir sus pasos. A nosotros, como consumidores piratas, esto ni nos va ni nos viene, pero en Estados Unidos esta decisión de HBO significará que muchos más usuarios verán a partir del año que viene (o es de esperar) los contenidos de la “marquista” cadena, con grandes beneficios para la “televisión que no es televisión”… ahora menos que nunca. 

Si ya esta noticia era impactante, anoche conocíamos la otra bomba. Si HBO es la grande del cable, CBS es la grande de las networks, y también anunciaba que su nueva plataforma, CBS All Access, estará disponible próximamente. ¿Qué cambios habrá? Que el consumidor podrá disfrutar del mismo contenido que ve en televisión pero con unos minutos menos de anuncios, y que incluso algunos bloques de contenidos no tendrán publicidad. Además, grandes eventos como los partidos de la NFL no se emitirán en directo en el streaming, aunque sí en diferido. 

En mi opinión, la decisión de CBS no es tanto un plan de supervivencia como el de HBO, y sí más una cuestión de sentido común. Porque una cosa está clara: el espectador de televisión ya no ve televisión, sino que simplemente ve… y quiere hacerlo donde, como y cuando quiera. Tendremos que ver cómo estas decisiones afectan al resto de canales, y contar las horas (o, mejor, años) para que todo esto llegue a nuestro país.


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