Un capítulo de transición tras las emociones de la semana pasada nos reencuentra con Lip y Fiona aún en un momento muy tenso de su relación, mientras que los demás personajes intentan volver a la relativa normalidad de sus vidas. A pesar de que no ha sido un mal episodio, esta transición se ha hecho notar y es evidente que han pasado muy pocas cosas en relación a los anteriores capítulos. Sin embargo, en Shameless hasta un capítulo menos agitado sigue manteniendo un nivel de calidad bastante alto.
Como hemos mencionado antes, la relación entre Lip y Fiona sigue en un punto muerto, mientras nosotros seguimos sufriendo. El primero no sale de su enfado y su intransigencia, mientras ella no sabe cómo hacerle ver su arrepentimiento. No me quiero poner de parte de ninguno de los dos y, si bien es cierto que la postura de Lip es comprensible (y muy acorde al personaje), un poco más paciencia y tolerancia serían bienvenidas.
Esta situación parece que solo va a ir a peor en lo que queda de temporada, sobre todo después de esa discusión final entre ambos, un momento verdaderamente tenso y perfectamente interpretado por Emmy Wossum y Jeremy Allen White.
Por cierto, me soprende que a Fiona le pareciera que lo más lógico y sensato era ir a juicio. ¿De verdad, Fiona? No eres tan inocente y simple como para creer que vas a salir bien parada si un jurado popular tiene que decidir si meterte en la cárcel porque tu hermano pequeño casi muere por culpa de tu droga.
En un episodio un tanto disperso, con tantas tramas abiertas pero avanzando muy poco, me ha gustado mucho volver a ver a Ian y, especialemente, esos momentos de Mickey rescatando a Ian, que han sido los más honestos (y diría que casi románticos) de su poco convencional relación. Sigo apostando porque este último tiene algún problema más allá del abuso de drogas y alcohol y espero que ¡al fin! podamos verlo con el resto de sus hermanos. Esta dispersión de personajes no le hace ningún favor a la serie.
Las demás tramas se han mantenido, más o menos, donde la semana pasada. Debbie y el que ella creía su novio no dan mucho más de sí como historia, mientras Frank sigue enfermando. Sammie no termina de integrarse con el resto de sus hermanos pero me gusta mucho la naturalidad de la relación con su padre, ahora que hemos dejado los momentos peligrosamente cercanos al incesto a un lado. Kevin y Veronica, por su parte, siguen en su línea de drama cómico que tan bien funciona.
Un episodio sin mucha acción, que, en mi opinión, ha fallado por la dispersión de las tramas. Muchas historias a la vez y ninguna que termine de funcionar. Salvaría a Mickey e Ian, pero incluso el conflicto de Lip y Fiona creo que no ha recibido tanta atención como debería. Aún así, como siempre, no ha sido un mal capítulo.
¿Qué os ha parecido a vosotros?
Sinceramente, sigo sin entender la frialdad de Lip con Fiona. En serio, me está empezando a molestar. Cuando le dice que podria estar en la cárcel 5 años piensa que su vida se arruinaría sin pensar ni un segundo en la vida que tenía su hermana antes de todo esto.
ResponderEliminarYo si la entiendo, piensa en el momento en que todo esto ha pillado al personaje. Justo cuando empezaba a encontrarse a gusto en la universidad, cuando se dio cuenta de que podía cambiar la mierda de futuro que siempre ha dado por hecho que iba a tener ocurre esto y ve como todo eso se va a desmoronar. Y a esto suma que su hermano pequeño ha estado a punto de morir por las acciones de Fiona.
ResponderEliminarEn el momento que Fiona consiguió la custodia de los niños se comprometió a mantenerlos a salvo, sin embargo ha actuado de manera irresponsable y egoísta. Empezando porque cuando por fin consigue un trabajo que puede sostener a la familia lo tira todo a la mierda por un par de calentones. Conociendo su situación y todo por lo que sus hermanos han pasado tendría que haber sido mas responsable y en primer lugar nunca empezar nada con su jefe, pero ya lo del hermano es de traca.
Y lo de Liam es ya muy exagerado, es verdad que un accidente lo puede tener cualquiera, pero la coca no debería haber estado en ningún momento a la vista de los niños, yo no daba crédito a lo que estaba pasando cuando ví a Fiona esnifando delante de los niños, ese es el verdadero problema, y con ello se ha puesto a la altura de Frank.
Lip debería intentar empatizar un poco con Fiona y pensar en lo mal que lo ha pasado desde que ocurrió y que probablemente ha aprendido la lección, y desde luego si alguien puede permitirse mas de una cagada es Fiona después de haber puesto siempre a sus hermanos antes que a si misma, pero viendo la trayectoria del personaje (Lip) es mas que comprensible, piensa que con todo lo que le ha pasado a lo que siempre se ha aferrado es a sus hermanos (me parece que es el caso para todos ellos), y Fiona casi le ha arrebatado a uno.