Los lunes vuelven a ser una gozada gracias a esta gran joya televisiva que desgraciadamente, pasa muy desapercibida entre la mayoría del público. Y a las audiencias me remito, unos dolorosos hachazos que esperemos que no conviertan esta quinta temporada en la última de Alicia y compañía. Una vez más, tenemos el placer de disfrutar de todos y cada uno de los personajes que forman The Good Wife, repartidos de manera muy acertada en los cuarenta y pocos minutos de episodio. Un capítulo tan divertido como actual, previo a la oscura tormenta que está por estallar en Lockhart & Gardner.
Alicia, Cary y los asociados de cuarto año se preparan para dar el gran salto, pero un contratiempo económico parece estar en su contra. Más allá de la fianza que depositaron para comprar las nuevas oficinas, necesitan otros 140.000 dólares que llegarán en forma de cheque y gracias a la generosidad de la madre de Alicia. Una secundaria divertídisima, encargada de hacernos saber los trapos sucios de Alicia en sus tiempos mozos, así como dejarnos momentos emotivos entre madre e hija. Destacar la conversación que mantienen entre margarita y margarita, una auténtica maravilla.
En cuanto al caso de la semana, rescatamos al siempre polémico Neil Gross en una demanda contra, nada más y nada menos que, ¡la NSA! Lo que el bufete desconoce es que la Agencia de Seguridad Nacional rastrea todas sus llamadas desde que, en la pasada tercera temporada, defendieran a Danny Marwat, el traductor de Afganistán acusado de colaborar con los talibanes. Y así es como una pareja de cerebritos descubren que van a ser demandados, por lo que rápidamente les ordenan investigar conexiones terroristas con Alicia y los demás, para poder encontrar una manera de defenderse.
Mientras tanto, Eli obliga a Diane a realizar una entrevista debido a su inminente cargo de Juez Supremo, en la cual tendrá que demostrar su rechazo hacia el pasado de Will, cosa a la que se opone totalmente, pero que al final acabará cediendo debido a la presión. Lo que todavía no sabemos es cómo reaccionará Will cuando se entere de ello. Se avecina una mala temporada para el bufete, la guerra está a punto de comenzar, una sangrienta pelea en la que seguramente pocos logren mantenerse en pie. ¡Y qué ganas de que empiece!
Siguiendo con el caso, Alicia y compañía deciden cambiar de estrategia. Dado que es casi imposible lidiar con el alto secretismo de la NSA y mucho menos demostrar que la empresa de Neil Gross está totalmente en contra de ceder información personal de sus usuarios, optarán por la vía económica: denunciar a la NSA por las pérdidas que han tenido debido a la posible, y falsa, implicación de la agencia y la empresa del informático.
El siempre carismático David Lee tendrá su momento con Veronica, y es que hay demasiada química entre estos dos. Aún así, es el único que de verdad está convencido de que los asociados de cuarto año pretenden echar el vuelo, pero todavía no puede demostrarlo. En cuanto a Eli Gold, el pobre tendrá que sufrir las manipulaciones de Becca, la ex-novia de Zach. El revuelo con las ex-novias de Zach será una pieza clave en este capítulo y en los que están por llegar. Y es que las llamadas de Nisa, otra de las ex's del muchacho, serán captadas por la NSA y catalogadas como posible fuente terrorista. Y si a eso le sumamos que Peter pronto será nombrado como Gobernador, ya tenemos trama nueva. Tengo muchas ganas de ver a qué nos lleva esta nueva rama y qué puede salir de todo esto. Seguramente, un lío muy bien hilado, esperemos que lejos de la cansina trama de Kalinda y su esposo la temporada pasada.
Junto al capítulo de la semana pasada, The Bit Bucket se convierte en un estupendo comienzo de esta temporada. Poco a poco van asomándose nuevas tramas, sin precipitar de manera estrepitosa las que están por llegar, disfrutando de la tensión del momento. Todos tenemos ganas de ver cómo explota todo, pero la espera está siendo maravillosa. Por ahora, tendremos que conformarnos con esperar hasta el lunes que viene. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?
Pues yo no he entendido nada del caso.
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