No sé hasta que punto fue el programa o la propia Miley quien puso el freno a un capítulo que podría haber sido apoteósico. Haters aparte, siempre ha sido una magnífica host, con un gran talento para la comedia. Pero por motivos desconocidos, la comedia no ha fluido en demasía esta semana por 30 Rock.
Live from New York, it's Saturday night!
"Hannah Montana was murdered"
Discurso de entrada directo, intimidante y ante todo, tajante. Así de clarito se dirigió Miley Cyrus a la audiencia y a todos los que siguen anhelando la figura angelical de su alter ego de Disney. Esa parte de su vida está muerta. De nuevo reivindicó su falta de arrepentimiento refiriéndose a su actuación en los VMA's. Ya lo hará más adelante. Su puesta en escena, segura y convincente, me hace sospechar que no estamos ante un juguete roto de la industria del entretenimiento, sino ante una crítica voraz de alguien que ha carecido de infancia.
"We did stop"
Capítulo de alto contenido político. Y no es para menos, con el government shutdown que vive en estos momentos el suelo americano. La fiesta por videoclip que se monta Miley en We can't stop se convierte en la fiesta de Michelle Bachmann -que vuelve a llenar portadas desde su fallido intento de llegar a la Casa Blanca- y de John Boehner -presidente de la Cámara de Representantes-. Un cuchillo muy muy afilado para el Partido Republicano.
"Ladies and gentlemen, Miley Cyrus"
Gracias a la polémica se gana la atención. Después, es momento de mostrar el talento. Sin obscenidades ni coreografías imposibles, Cyrus interpretó dos temas de una manera minimalista. Todo un contrapunto en el caso del último: un acústico de "We can't stop", un himno a la fiesta y el hedonismo, resulta toda una curiosidad.
"I am no longer Pat Lynhart mother of 3. I am Lester Crest and I eat cocaine for breakfast"
Poco más nos dejó el Saturday esta semana, excepto esta magnífica frase procedente de una madre adicta a Grand Theft Auto.
Volvimos a ver a Nasim Pedrad -que se perdió el season premiere- como Arianna Huffington, y todo un placer ver al imitador y al imitado juntos, esta vez, Vanessa Bayer y Miley Cyrus. Aunque cada vez su imagen me perturba más, nunca falla en cuanto a auto-parodia. Pero me voy con la sensación de que, aceptando la invitación del programa en pleno torbellino de su carrera, debería haber dado pie a auto-parodiarse un poco más.
Stick around and we'll be right back!
Un capitulazo en toda regla y una invitada muy bien aprovechada. Salvo algunos sketches (lo de siempre), ha mantenido el nivel y el entretenimiento. Por mí que vuelva cuando quiera.
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