Se nos acabó The Newsroom por este año. Sí, amigos, la vida es así de dura con el seriéfilo. Encima, este año, lo hace con una semana de adelanto, pues, como ya os hemos contado, la turbulenta producción de esta temporada se vio obligada a recortar un episodio. Así que vamos a repasar lo que nos ha deparado este cierre de segunda temporada en la redacción.
La principal diferencia con el final de temporada pasada es que en esta ocasión sí ha ocurrido algo. Me explico. La temporada pasada la season finale desprendía el aroma de que no había ocurrido nada especialemente destacado. Sin embargo, en esta temporada ese aroma se disipa y hemos tenido casi una hora cargada de acontecimientos significativos.
En este episodio, las relaciones personales han copado casi todo el metraje, tras una temporada en la que éstas han estado bastante disimuladas. Cosa que agradecemos. La primera es la del triángulo Jim - Hallie - Maggie. En este cierre de temporada hemos recuperado también a Lisa, la compañera de piso de Maggie. Jim, pese a tener novia, se preocupa mucho por su compañera de trabajo y ex novia (o lo que esa relación fuera).
A la primera la intenta ayudar porque sabe que está tocada tras lo que ocurrió en África. Y a la segunda le deja claro que, por muy ostentoso que pueda sonar su cargo, ella merece más de lo que cree. El fallo que cometieron Jim y Maggie la semana pasada queda sin consecuencias, ya que su temprana predicción se cumple y ambos salen airosos del error.
La segunda relación es la de Don y Sloan. Permítanme hacer un inciso para decir que bravo por Sorkin y el giro de tuerca que le ha dado al personaje de Thomas Sadoski. El productor ha pasado de ser una persona sin escrúpulos a un personaje íntegro. Sloan, en la búsqueda que empezó —y encomendó a Neal— para encontrar al pujador de su libro en el anterior capítulo, ha obtenido resultados. El informático ha encontrado que siempre pujó la misma persona, y que lo hizo con personajes de películas. El ganador fue Sydeny Falco, de la película Chantaje en Broadway.
Casualidades de la vida, Sloan encuentra un cartel de dicha película en la oficina de Don y, sin pensárselo, entra en la sala de realización de las elecciones, firma el libro ella misma, le planta un morreo a Don y se lo da. Con esto, damos por terminado el juego entre ambos desde la primera temporada, y habrá que ver como se comportan en una relación. Ah, y bravo por la interpretación de Olivia Munn, que ha conseguido dar vida a un personaje tremendo. Y por el monólogo que Don le suelta a la abogada sobre la inutilidad de algunas demandas.
Entre tanto lío de relaciones, tenemos dos líneas de acción más que abarcar. Como recordamos, es noche de elecciones en América, en la que Will tiene una gran cantidad de buenos momentos. Primero, reúne a todo el staff sénior de ACN y les dice que ellos no pueden dimitir como sí van a hacer Mac, Charlie y él, algo a lo que los periodistas se niegan. Si ellos se van, todo el que haya tenido contacto con Genoa tomará el mismo camino. Segundo, tiene el gesto con Elliot de cederle el anuncio de que los republicanos se quedan con el control de la Casa de Representantes, ya que él tenía claro que iba a dimitir esa noche. Y, por último, un discurso magnífico made in Sorkin sobre los requisitos que existen hoy día para ser republicano.
La otra línea es la Charlie, que se encuentra en la fiesta de los Lansing para intentar que Leona les despida. La conversación con esta, además de ser magnífica, nos revela que ella ha dejado tomar la decisión final a su hijo Reese. Charlie respira aliviado, porque cree que, ahora sí, van a ser despedidos.
Por último, y no menos importante, hemos tenido LA conversación entre Will y Mac, en la que por fin han resuelto sus diferencias. Mac le dice a McAvoy que empezó con él para darle celos a su ex novio, pero que se enamoró de él y, si no se lo hubiera contado, el presentador nunca lo habría sabido. Will le cuenta que el anillo que le compró era una broma, que no tenía intención de casarse. Mac responde que ella le ha herido, pero nunca lo hizo a propósito (como sí lo ha hecho Will).
En una conversación con Charlie, Will recuerda que, salvo por las cosas que ha hecho mal, Mackenzie lo hizo todo bien. Mientras Charlie le comunica a Leona y Reese, que no iba a aceptar las dimisiones de los periodistas, que no van a renunciar a sus puestos; Will coge el anillo, que estaba guardado en su escritorio, y le pide a Mac que se case con ella, algo que ésta acepta sin vacilar. Pues tenemos boda a la vista, y un final mucho más pasteloso e ideal que el de la primera temporada.
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La segunda temporada de The Newsroom ha mejorado bastante, porque ha corregido muchos de los fallos que presentó la primera y las noticias se han articulado en torno a una gran historia central que ha servido de eje. Esto ha concluido un relato mucho mejor cohesionado y que no da la sensación de mezcla aleatoria de sucesos que sí tuvo la temporada pasada. Veremos si la tercera temporada sigue in crescendo, ya que ahora mismo es una de las series más disfrutables del verano. Y a ti, ¿Qué te ha parecido el episodio?
Ha sido un poco inverosímil ese final tan "perfecto" pero al fin y al cabo con Sorkin es así. Me ha encantado.
ResponderEliminarPero claro, no puedo ser objetivo...
Una pasada de serie.
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