Me vais a perdonar que la semana pasada no os hablara de la despedida de Cassie, pero sinceramente no tenía mucho que decir. Cada vez estoy más convencido del error en el que se ha convertido este desastre de resurrección de Skins, devolviéndonos temporalmente unos personajes a los que habíamos cogido mucho cariño en el pasado de una forma que no merece ninguna de las partes. Ha sido así, por lo menos, en los primeros cuatro episodios.
A pesar de todo, el regreso de Cook y su Rise al menos ha sido interesante. Podemos decir que el macarra de Bristol sigue siendo el personaje que conocíamos, o al menos su evolución y transformación en la persona que es ahora tiene pleno sentido con respecto a su pasado, algo que no hemos visto con las demás. Poco se parece a ese gamberro chaval que era cuando era un adolescente: ahora es un chico serio y responsable que lleva a las espaldas un trauma inconfesable. Su pasado tiene un peso muy importante en su vida actual, y eso se agradece enormemente teniendo en cuenta cómo eso es algo que se ha pasado por alto con Effy y Cassie.
Cook es ahora un traficante de drogas en Manchester, algo que cabría de esperarse de él, continuando con su labor de cuando era un adolescente. No tiene casa y no tiene más propiedades que el coche en el que trabaja y duerme. De vez en cuando su rollete, Emma (Esther Smith), le deja dormir en casa, pero sus conexiones con la normalidad son bastante escasas. Aun así, tiene sus reparos con romper las normas: la escena en la que se niega a vender drogas a menores no podría ser más significativa.
Por lo demás, toda su vida es trabajo, algo que se convierte rápidamente en un peligro. Su jefe, un rarito joven llamado Louie (Liam Boyle), le ordena que haga de chófer de su novia, una salvaje y atractiva chica llamada Charlie (Hannah Britland). No obstante, cuando Louie descubre que su chica se está liando con otro, sus vidas correrán peligro. Tras una fiesta, Cook ve cómo Charlie se enrolla con su amigo y compañero Jason (Lucien Laviscount), quien le pega una paliza para mantener su silencio pero que, a pesar de todo, será descubierto, y asesinado a sangre fría ante la atónita mirada de Cook y Charlie, quienes finalmente habían sucumbido a su propio deseo.
No sé dónde nos llevará el segundo episodio, pero confío en que termine de una manera tan aceptable como comenzó. Cook nunca ha sido uno de mis preferidos de Skins pero, sin duda, se agradece que al menos sea una versión creíble de cómo sería ese muchacho cuando fuera adulto. ¿O no?
En verdad no lo vi, perdi todo interes despues de ver skins fire, tenia tanta emocion de ver otra vez a effy, pero fue muy decepcionante, luego le di una oportunida a pure, y solo vi el primer episodio q tb me parecio malo, y lo deje...desde el inicio me imagine q cook seria el personaje q podrian desarrollar mejor en su futuro y parece q no em equivoque, en fin cuando este aburrida y no tenga mucho para ver lo terminare
ResponderEliminarRealmente no te pierdes mucho. Yo seguí por curiosidad y afortunadamente hice buena elección.
ResponderEliminarEl problema es que esperabais que fuera de otra manera. Tiene sentido que hayan evolucionado como lo han hecho si tienes en cuenta todo el tiempo que ha pasado, y también es normal que no tengan relación o que no mencionen todos los dias a sus amigos de hace años. Si que pienso que podrían haberse mejorado cosas pero tampoco me ha supuesto ninguna decepción, sobretodo despues de lo aburridas que me resultaron las ultimas dos temporadas.
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