Celebramos el episodio número 100 de Castle con un capítulo divertido y original que nos recuerda lo mejor de la serie: la complicidad y química de todos sus personajes. A pesar de ser una serie procedimental, Castle siempre ha intentado dejar de lado la parte seria que caracteriza a este género, bañando con ciertas dosis de humor y diálogos entretenidos hasta los momentos más dramáticos. Quizás esta sea una de las razones por las que siempre ha tenido bastante audiencia. Si bien esta no es su mejor temporada, The Live Of Others sí que es un capítulo para recordar en el que los guionistas, una vez más, vuelven a jugar con el espectador para terminar con un final sorprendente a la par que emotivo.
El episodio comienza escasos días antes del cumpleaños de Castle, que yace postrado en una silla de ruedas, consecuencia de su exagerado alardeo esquiando con Beckett. ¿El resultado? Un mes en casa mientras su amada y compañía se enfrentan a un caso tras otro. Así que mientras la detective se dedica a investigar el asesinato de una mujer, Castle mata el tiempo jugando con helicópteros eléctricos o espiando a sus vecinos de enfrente con unos prismáticos.
Y así comenzará la paranoia del escritor que verá, más bien intuirá, que algo raro pasa en el edificio de enfrente. La pareja que vive en el apartamento mantiene una acalorada discusión después de que él descubra que ella le está poniendo los cuernos. Las cosas se pondrán tensas y Castle cree ver cómo él la asesina. Rápidamente llamará a Beckett, quién después de asegurarse que todo está en orden, intentará calmarle y entretenerle con el plan que tiene preparado para su cumpleaños.
Pero si algo sabemos después de cinco temporadas es que Castle es muy testarudo. Empeñado en demostrar que tiene razón convencerá a Alexis para que le ayude a entrar en el apartamento y comprobar algunos detalles. La cosa no irá mal, y la conjetura del novelista parece tener sentido, sobre todo después de ver cómo el chico le intenta deshacer de una sospechosa alfombra que podría incluir algo más. Quizás, ¿un cuerpo?
Cansada y puede que algo intrigada por la historia de Castle, Beckett se decide a ayudarle en el caso. Ambos acuden a un almacén donde el chaval supuestamente guardó el cadáver envuelto en la alfombra. Pero al llegar no encuentran nada salvo el enfado de Gates, que reprocha al escritor por actuar de manera infantil. Resulta que Gates ha conversado con la chica del apartamento y se encuentra perfectamente.
Algo desilusionado, Castle le pide disculpas a Kate y acepta que estaba equivocado. Pero cuando se disponen a celebrar el cumpleaños de él, un último detalle le pone nervioso. ¿Por qué el chico de enfrente coge los refrescos de un mueble en vez de la nevera? Sinceramente, menudas ganas de darle vueltas al asunto. Esto será la gota que colma el vaso, y Beckett, intentándole demostrar a Castle su error, corre, elegantísima como sólo ella sabe, hacia el apartamento con el fin de abrir la nevera donde supuestamente guarda el cadáver.
Pero las cosas se complicarán cuando Beckett y el chico comiencen una pelea, mientras Castle lo contempla todo desde la ventana. Asustado, llamará a Esposito y Ryan que acudirán corriendo al apartamento. Pero, en realidad, ¿qué está pasando? Un giro de guión convertirá toda la parafernalia en una fiesta de cumpleaños para Castle. El mejor regalo que podría tener, el montaje de un asesinato. Y todo gracias a Kate y compañía. Y es que incluso Gates aceptó participar en el tinglado que montaron para mantener a Castle entretenido.
Y así hemos llegado a los 100 episodios. Dejamos detrás momentos dramáticos, divertidos e incluso románticos. Celebramos así los 100 casos de Beckett y Castle juntos que durante cinco temporadas nos han amenizado la noche de los lunes. Y a escasos cinco capítulos de cerrar esta entrega, ¿cuál ha sido vuestro episodio favorito hasta la fecha?
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