Como no todo puede ser perfecto, este tercer capítulo de la temporada ha bajado considerablemente el listón con respecto a los demás. A mi parecer, la horrorosa elección de canciones ha sido su punto flojo, que ha hecho que temas con poco interés lo perdieran por completo. Sólo se salva la historia de Kurt y Blaine en la cuerda floja, pero por mi vena sentimental, estoy segura. Ni siquiera la aparición de Sarah Jessica Parker (Sex In The City) ha conseguido animar un capítulo muerto que ha sido una mezcla entre un musical de El Diablo Viste de Prada y unas parodia de las elecciones.
Blaine por fin ha decidido que su momento ha llegado ahora que está en el último año y no tiene que dejar brillar a nadie. Además, quiere mantenerse ocupado ahora que Kurt no está con él, lo que hace que aparte de apuntarse a cualquier cosa que cuelguen en el tablón —no me extrañaría verle un día de estos en el equipo de fútbol o con las animadoras— y hasta presentarse contra Brittany a la presidencia estudiantil. El equipo formado por Brittany y Artie se enfrentará a Blaine y Sam, perdiendo y cediendo el puesto a Blaine, que, emocionado llama a Kurt para contárselo, pero no recibe respuesta.
Esto se debe a que éste ha sido admitido en el trabajo de sus sueños, en Vogue.com, donde aunque empieza de becario, asciende rápidamente al hacer amistad con su jefa (SJ Parker) hasta límites insospechados. Incluso llegan a hacerle un cambio de look a Rachel en plena noche tras hacerse colado en la oficina, muy realista todo, dónde va a parar. La —una vez más— nueva Rachel acaba por caer en los brazos de Brody, justo en el momento en el que su puerta suena y Finn está tras ella. ¿Será el definitivo fin de Finnchel? Algo que me dice que de momento es posible, o el capítulo de esta semana no se titularía "la ruptura", aunque todo apunta a que Blaine y Kurt también pueden ser los responsables de dicho título.
Bueno, y Will luchará por un nuevo sueño metiéndose en política para luchar por apoyo a las artes en la educación, pero eso no es que importe demasiado.
Bueno, y Will luchará por un nuevo sueño metiéndose en política para luchar por apoyo a las artes en la educación, pero eso no es que importe demasiado.
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Sarah Jessica Parker es lo único que ha merecido la pena del episodio...me encantaría conocer a esa mujer!!!!
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