Una semana más volvemos con las peripecias de la familia Botwin, que poco a poco se va precipitando en un final todavía incierto. Por ahora, y para alegría de todos, Nancy ha vuelto a casa y a pesar de que no esté totalmente recuperada es capaz de hacerse cargo de los asuntos que la rodean, como por ejemplo la alarmante vendetta que Shane parece querer llevar a cabo contra Tim, el francotirador que casi acaba con la vida de su madre.
Preocupada por lo que su hijo pueda volver a hacer, convence a Silas para que le ayude a seguir los pasos de su hermano. La sorpresa llega cuando descubren que el que perpetró el intento de asesinato es el pequeño Tim, un chico de diecinueve años marcado por la muerte de su padre de niño, en la que Nancy tuvo mucho que ver. Y no es la única noticia para Nancy, que también descubre que Shane no va la a universidad sino a la academia de policía.
Por otro lado podemos ver los tira y aflojas que está sufriendo Andy con las hijas de Jill y es que criar a esas pequeñas criaturas no es tan fácil, y menos cuando están en una edad tan mala. A pesar de los esfuerzos de Andy, quién incluso adopta la postura de entrenador, las niñas no parecen estar contentas y no dudan en quemarle todas sus zapatillas por haberlas hecho perder la carrera de patines. Finalmente, el padre biológico y Andy tienen una discusión que más o menos llega a las manos y debido a las burlas por parte de ellas, él se vuelve a la India y Andy se queda a cargo de las chicas.
También podemos ver las andanzas de Doug en este capítulo. Nuestro contable favorito firma el despido, dejando claro su descontento con cómo se estaban llevando las cosas en la empresa y a pesar de estar en lo más alto, para luego buscarse un negocio totalmente ilegal, sacando dinero de la caridad. Habrá que ver cómo termina esta historia.
Una vez que han encontrado a Tim, y lejos de querer una venganza sanguinolenta, Nancy le advierte sobre Shane y sus posibles intenciones. Y es aquí cuando parece que Nancy de verdad puede haber evolucionado. Aun teniendo más que razones para no dejarlo ir, ella le le deja claro que lo que tiene que hacer es volver a encarrillar su vida, volver a California, buscarse un trabajo y pasar página. Y es que ella misma reconoce que no quiere sentirse culpable porque otro chico desperdicie su vida.
Al final llega el momento que todos estábamos esperando, la entrada triunfante de Shane. Pero a pesar de lo que pudiera parecer, no viene ni con un palo de cricket, ni con un rifle, sino acompañado de la policía y llevando a cabo su primera detención, ante las insistencias de su madre de que Tim es inocente. Habrá que esperar a la semana que viene para ver cómo evoluciona toda esta trama, pero por ahora parece que Nancy quiere alejarse totalmente de los problemas del pasado y abrazar una nueva vida con su familia. ¿Lo conseguirá?
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