One Tree Hill S09E13. One Tree Hill (SERIES FINALE)

Es el décimo aniversario del Tric, y qué mejor manera de despedirnos de esta mítica y veterana serie que nos ha acompañado casi una década que recordando momentos pasados, creando nuevos recuerdos basados en estos momentos y, no podía ser de otra manera, con música.

Mientras el concierto aniversario tiene lugar y, como siempre, con los grupos que van tocando como fondo de las diferentes escenas, vamos viendo los últimos momentos de los protagonistas antes de la señalada fecha.

Nathan y Haley, la pareja veterana que se ha visto separada tanto tiempo esta temporada, disfrutan de una romántica cena, en la que los macarrones con queso (qué recuerdos) abundan y el postre nos recuerda a aquella pareja en el paseo de Riverwalk al amanecer, estudiando. ‘Don’t say I never give you anything’ viene a nuestras mentes, pero cuando todos esperábamos ver la pulsera de plástico, del envoltorio sale una preciosa pulsera de plata con piedras preciosas, y las palabras de Nathan cambian un poco: ‘Don’t say you never gave me anything’. El tiempo no acompaña mientras esto ocurre, llueve a cántaros, pero para los Naley, esto no es más que una oportunidad preciosa para salir y hacernos llorar con uno de sus besos bajo la lluvia. Perfección en estado puro.

Jamie parece haber dejado a un lado su afición por el baseball y todo su afán reside en conseguir mejorar el récord de su padre con los Ravens. Tanto es así que, cuando Haley (la nueva Karen) le pasa el testigo de las predicciones guardadas en la azotea del Karen’s Cafe, éste es su deseo.

Brooke y Julian se ven embarcados en nuevos proyectos. Por un lado, Baker Man despega tal y como 9 años antes lo hizo Clothes Over Bros, con una cuenta atrás en Internet y viendo cómo los pedidos aumentan, y comprando el local que Tara dejó vació frente al Karen’s Cafe. Ahora la esquina de la calle Grace (gracia) es suya, y el momento Baley recordando el cambio de Brooke es irrepetible. Por otro lado, Julian sigue adelante con su serie basada en el libro de Lucas, lo que nos da la oportunidad de volver a ver la habitación de Peyton, la puerta de armario con todos los nombres, su taquilla con la pegatina de NOFX, y, no podía ser de otra manera, la casa de la puerta roja de Brooke, la cual volverá a ser su hogar y el de toda su familia.

Quinn y Clay, ahora prometidos, van a formalizar los papeles de la adopción de Logan y, en un impulso y tras llamar este mamá a Quinn, acaban casándose allí mismo y formando una feliz familia. Nos prometieron retornos y aquí lo tenéis, uno de los más esperados desde la cuarta temporada, y es que la responsable de que Quinn y Clay se casaran y pudieran adoptar a Logan no es otra que Bevin (Bevin Prince), que parece haber abandonado a Tim porque… le odiaba. Así es Bevin.

Mouth (que ya no está gordo) recibe de Dan un cheque de medio millón de dólares y decide invertirlo en crear una beca: la Edwards Scott, que ayudará a todos aquellos que quieran dedicarse tras el instituto a algo relacionado con el deporte. Un emotivo momento en el que recordamos toda su trayectoria, a Jimmy, a Skills, a Dan y a Keith, y nos emocionamos con las coletillas que ambos decidieron usar, ahora en televisión.

Para darle el punto gracioso al capítulo, Chase y Chris, que ahora se han hecho muy amiguitos, tratan de conquistar a las gemelas robot, incluso espiándolas en su casa. Chase acaba siendo el dueño del Tric y Chris es despedido de Red Bedroom Records, ya que Haley le quiere allí, pero no dirigiendo el cotarro, sino como artista. ¿Despegará por fin la carrera musical de Chris Keller?

Pero sin duda lo mejor del capítulo y que se quedará grabado en nuestras mentes para siempre, son los últimos minutos. Varias son las actuaciones de Gavin DeGraw a lo largo de los 51 minutos de episodio. Ya nos teletransportó al piloto al tocar 'Belief', y teníamos todos las emociones a flor de piel porque sabíamos que este momento llegaría. ‘I don’t wanna be’, tema central de la serie, suena, y todo el cast la entona entre el público, y nosotros, desde casa. Mientras esto pasa, vemos imágenes de todos pasando el rato felices con sus hijos en el Karen’s Cafe, riendo como una familia. Y cuando pensábamos que todo había acabado, con los ojos encharcados, saltamos en el tiempo,  y vemos cómo Jamie consiguió superar a su padre, y volvemos a entrar por última vez en el estadio de los Ravens,  esta vez para ver a la próxima generación.

Los veteranos, Nathan, Haley y Brooke, se ven a sí mismos cuando estaban allí de adolescentes, y entre todos van completando el speech final (que ya oímos en la quinta temporada) con, no podía ser de otra manera, ‘One Tree Hill’, de U2, de fondo. (¡Y Skills y Bevin están juntos! ¡Yuhu!).

No voy a mentiros, Lucas y Peyton son los grandes ausentes y con ellos en el capítulo el final habría sido completamente perfecto, pero, que pese a esta falta haya sido tan increíblemente genial, dice mucho de esta gran serie que marcará un antes y un después en muchos de nosotros. Aquí en TV Spoiler Alert no podemos decirle adiós sin más, y estamos (estoy) preparando un homenaje a la altura de las circunstancias. Estad atentos, que ya sabéis que…

There’s only ONE Tree Hill… and it’s your home

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