Dean y Sam van cada uno por su lado ya que en el último episodio Sam descubrió que su hermano mató a Amy. Pero ambos se encuentran para un nuevo caso, en éste caso es en un pueblo de Nueva York, donde la mayoría de la gente se dedica al mundo del espiritismo. Lo malo es que últimamente hay ciertos médiums que están muriendo en situaciones muy raras. El primer caso que presenciamos (pero no el primero en ocurrir) es una médium que en una de sus fraudulentas sesiones muere a causa de que el vaso de la ouija se le clava en el cuello. La primera pista que tienen los hermanos Winchester es un colgante que ambas médiums tenían.
La nieta de la última víctima les dice que todas las joyas están empeñadas, así que van a la tienda de empeños pero allí se dan cuenta de que es una pista falsa ya que el collar es falso. Pero aparece otra muerte, un médium cuya especialidad es ‘doblar cucharas con la mente’ es atravesado por una cubertería entera. Es entonces cuando Dean y Sam se enteran de algo que da un giro a su investigación: todas las víctimas tuvieron una visión de su muerte horas antes de que sucediese. Una amiga de la nieta de la víctima (médium también) recibe una de las visiones, y gracias a una cámara de seguridad que tiene, Dean descubre a lo que se enfrentan: un fantasma. Ese fantasma es una mujer que junto a su hermana fundaron el pueblo.
Dean y Sam van de noche al cementerio, y momentos antes de quemar los huesos del fantasma, ésta aparece para decir que no lo entienden. Aun así los queman deshaciéndose del espíritu, lo malo es que dicho fantasma era bueno y a las víctimas las avisaba para que intentasen vivir. La hermana es en realidad el fantasma malvado y consigue matar a la chica. Ahora tienen un problema, cómo saber quién será la próxima víctima sin el fantasma bueno. Además, la tumba donde se supone que están los restos del fantasma malvado está vacía. Lo que tienen en común todas las víctimas es que iban a participar en un certamen psíquico, y la próxima víctima ya se sabe quién será: la nieta de la primera víctima.
Todas las víctimas compraban en la tienda de empeño, así que mientras Dean se queda con la chica, Sam va a que el hombre le dé una dirección de la persona que haya podido comprar cosas para hacer magia con los huesos de la fantasma. Mientras Dean intenta que el fantasma no mate a la chica (que se lo pone realmente difícil a nuestro cazador), Sam descubre quién es el que maneja al fantasma: el hombre de la tienda de empeño ya que le da una dirección falsa. Resulta que en ese pueblo los médiums que tienen éxito son los fraudulentos, y el hombre en cuestión es un médium real que está en la ruina porque nadie quiere sus servicios, y utiliza al fantasma para vengarse de todos los que tienen éxito. Finalmente, queman los huesos salvando a la chica tras haber matado al hombre en modo de defensa ya que intentó matar a Sam. Por último, Sam decide perdonar a su hermano y se une a él para seguir su viaje juntos.
Episodio bastante entretenido en el que volvemos a la serie que fue en un principio, nada de ángeles, leviatanes, y fin del mundo, sino fantasmas. Ya parecía que se habían olvidado de esos casos que se podían resolver con un poco de sal, o hierro, o quemar huesos. Ésta era la esencia de la serie que poco a poco ha ido desapareciendo, pero alguna que otra vez vuelve como en ésta ocasión y se agradece de verdad. No es el mejor episodio que han hecho, pero no ha estado nada mal.
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