Los hermanos Winchester se encuentran ingresados en el hospital tras la pelea con el leviatán, pero no cualquier hospital, sino ése hospital gobernado por los leviatanes. Bobby no está muerto, no estaba cuando los leviatanes incendiaron la casa, y va al hospital a salvar a Dean y a Sam. Al primero que se encuentra es a Dean que tiene la pierna rota, ése hospital no es un sitio en el que se pueda estar a salvo, así que deben huir. Mientras Dean va como puede con las muletas al punto de encuentro, Bobby encuentra a Sam inconsciente y lo mete en una ambulancia que decide robar.
3 semanas más tarde, los 3 se refugian en una cabaña de Montana, ya que no tienen la casa de Bobby. Por un lado, Bobby piensa que Sam está mejorando refiriéndose a las alucinaciones, pero por otro, Dean piensa todo lo contrario, pero que se lo calla. Sam va a comprar a una tienda local algo de comida pagando con una tarjeta falsa, lo malo es que los leviatanes tienen controlado todo y acaban localizándolos. Aparte de comprar comida, también compró el periódico donde una noticia le hace recordar un monstruo del que siendo un adolescente tuvo que encargarse. Sam decide irse y dejarle una nota a Dean diciendo que volverá en unos días y que no se preocupe que está bien.
Sam va en busca de un monstruo al que la policía le llama ‘el asesino del picahielos’, el cual hace una incisión tras la oreja y absorbe todo el cerebro. Tras investigar los patrones descubre cuál será su próximo paso, y se acuerda de una chica que conoció investigando al mismo monstruo cuando era un adolescente. Llega el momento de que el monstruo ataque y no es nada más y nada menos que la chica que conoció en su día. Hace unos años, Amy (que es como se llama la chica) se libró de morir porque Sam sentía algo por ella, pero Sam está dispuesto a no dejar que corra la misma suerte, pero ella en el último momento se libra dejando inconsciente a Sam.
Dean va tras la búsqueda de Sam y siguiendo los mismos pasos descubre que Sam intenta cazar a un Kitsune. Sam va a casa de Amy y ella le explica todo, normalmente se alimenta de muertos ya que se dedica a la medicina forense, pero su hijo (parece ser que ser un monstruo pasa de padres a hijos) estaba realmente enfermo y necesitaba carne fresca. Cuando era un adolescente, Amy le salvó la vida a Sam de las garras de su madre matándola, y ahora ella le pide que les deje vivir. Dean encuentra a Sam y el enfado se le pasa cuando Sam le cuenta todo lo que pasó en la adolescencia.
Aun así, Dean sabe que un monstruo es un monstruo y nunca cambiará, así que sin que Sam lo sepa, encuentra a Amy y ante la mirada de su hijo le mata. Antes de irse le dice al niño que si alguna vez mata, se encargará de él.
La verdad que el episodio ha estado bien pero a partir de la mitad del episodio. Si te fijas, te das cuenta de que han metido mucho chicha para algo que tampoco debe durar 40 minutos. Hasta la mitad del episodio no aparece el problema de Amy. Pero lo que es en sí el caso ha estado realmente bien, porque por primera vez nos hemos puesto cara a cara con un monstruo que no es malo o tiene segundas intenciones.
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