Friends With Benefits, una sorpresa agradable

Tras el aplazamiento de su estreno de la midseason a este verano y haber sido rechazada hace dos años por ABC, Friends with Benefits (NBC), debido en parte a la falta de confianza de la cadena hacia ella, no ha sido un gran éxito en cuanto a audiencia, superada en su estreno incluso por reposiciones de otras series.

El argumento que te vendían no solo era flojo, sino que estaba más que visto en el mundo de las sitcom. Grupo de amigos: dos están liados, los demás lo ven mal y todos tienen sus propias vidas amorosas. Punto. Pero, habiéndole dado una oportunidad, he descubierto una serie mucho mejor de lo que me esperaba en un principio. Historias graciosas, frases ingeniosas y personajes no tan habituales han conseguido que en los 12 capítulos de los que consta la primera (y no sabemos si última) temporada se me hayan pasado en un suspiro.

La historia básica sí es la que hemos comentado. Los protagonistas son un grupo de cinco amigos: Sara (Danneel Ackles, One Tree Hill), una doctora que lleva toda su vida buscando el novio perfecto; Ben (Ryan Hansen, Veronica Mars), que está liado con Sara de forma esporádica y sin compromiso y que busca a la mujer perfecta, pero para nada serio; Aaron (Zach Cregger, Miss March) un multimillonario que se enamora en un suspiro; Fitz (Andre Holland, Bride Wars), un afroamericano que se ha criado como único hombre en una familia de lesbianas  y vive con Aaron; y Riley (Jessica Lucas, Melrose Place, 90210), la camarera del bar que frecuentan, compañera de piso de Sara, habitual de rollos de una noche y última enamorada de Aaron.

En cada capítulo vamos ahondando en las vidas amorosas de todos ellos, y en cómo se entremezclan por ayudarse unos a otros, cada uno a su manera. Hemos visto a Aaron salir con Sara y un friki de su trabajo y jugar al WoW para sentirse aceptada, a Ben salir con una chica amnésica que se creía todo lo que él le decía que habían hecho y tenía escrito en un pie con quién estaba prometida, a Riley salir con un chico que fantaseaba con que ambos se bebieran su leche materna (sí, su... de él), a Fitz ir a un club lésbico de striptease para buscarle novia a su madre. Montones de situaciones cómicas poco comunes que, por lo menos yo, no había visto antes en televisión.

Puede no parecer muy convincente, pero os aseguro que os reiréis mucho, palabra.

¿Quién sabe si habrá una segunda temporada? El argumento abierto lo han dejado, crucemos los dedos.