Cuestiones de fe: Fringe S03E22. The Day We Died (SEASON FINALE)

Fringe acababa ayer su tercera temporada, y ni que decir tiene que la sensación latente tras ver la finale es, si no la misma, muy similar a la que tantas veces (in my opinion) dejaba Lost después de sus grandes revelaciones: es una cuestión de fe. La filosofía y la psicología se postulan al final como el trasfondo de dos productos que al final no han resultado ser tan diferentes como a muchos les gustaría pensar. Tampoco es esta afirmación una forma de justificar la permanente manía que tenemos muchos por comparar ciertas series de ciencia ficción con la que fue una revelación en el terreno, pero no cabe duda y no es ninguna casualidad el que J.J. Abrams esté detrás de ambas producciones (y ya los últimos paralelismos con Alias son de traca).

Es una cuestión de fe, en primer lugar, porque a estas alturas de la serie nadie podría esperarse un giro tan espectacular e inesperado de lo que el ojo inadecuado podría considerar una temporada basada en la eterna lucha del bien contra el mal (aunque las fronteras aquí sean claramente difusas). La evolución de Fringe del terreno procedimental al seriado ha traído una cantidad de tramas absolutamente complicadas y fundamentadas en pequeños detalles que el espectador nunca debería olvidar (pero que olvida y vuelve a recordar cuando vuelven a salir a la luz, sin duda uno de los aspectos más favorecedores de la serie), y esta tercera temporada ha estado plagada de esos detalles y de sus consecuentes sorpresas que ya apuntaban en los episodios recientes a un explosivo final. Y ya parecía complicado cuando nos dijeron que había otro Universo...

También es una cuestión de fe no solo por la cantidad de historias y tramas interconectadas, sino por la esencia de las mismas. Biología, física, química, terrenos exponenciados al plano de la ciencia ficción que el espectador medio no suele comprender pero que son el medio a través del cual se filtran los sucesos de Fringe. Es una cuestión de fe porque lo expuesto está en el límite de nuestro conocimiento: multiverso, viajes en el tiempo... son solo una minucia de lo que Fringe ofrece, y que levante la mano quien pueda afirmar entender todo lo que sale de la boca de Walter Bishop.

Y, por qué no, es una cuestión de fe para sus fans, porque hemos conseguido una cuarta temporada de esta fantástica serie y que sin duda gran parte del apoyo ha venido a través de las redes sociales (no es casualidad el hashtag #Fringe en la propia emisión de los episodios). Ahora nos toca esperar meses para que se resuelva el increíble cliffhanger de The Day We Died, aunque el resto está más o menos resuelto (menos mal).

Es 2026...

...y vemos cómo Peter (después de accionar la Máquina en el capítulo anterior) aparece en un mundo donde el Apocalipsis parece haber llegado. No es otro mundo, sino el mismo 15 años después.

Peter, después de ser herido, despierta en el hospital donde conocemos a una Ella Dunham adulta (la sobrina de Olivia) que ahora forma parte de la División Fringe, la cual pregunta a Peter si recuerda lo que dijo acerca de proceder del pasado, ante la mirada sospechosa de su mujer Olivia (aquí ya se han casado y rondan los 50 años, aunque creo que esa edad es de las pelucas), pero Peter dice no saber nada.

Poco después, un nuevo ataque terrorista pertrechado por Moreau (¿No os recuerda al famoso Doctor?), dirigente del grupo terrorista End of the Days en la Ópera con una extraña arma (¿bomba de luz?), hace desaparecer el edificio.

Los nuevos acontecimientos dejan sorprendidos a todos y Peter pide la ayuda de Walter, el cual está encerrado y es odiado por toda la Humanidad debido a que (a grandes rasgos) todo lo que está sucediendo en el mundo es por su culpa. Como sabemos, el que se llevara al Peter de niño procedente de otro universo al suyo propio, provocó que ese otro universo comenzara a desmoronarse, y Walternative (el Walter de "alli") quiso vengarse y destruir este universo (el de "aquí"). No obstante, ambos universos están conectados y el que Peter tomara posesión de la Máquina que primeramente puso en marcha Walternative destruyó el universo alternativo y comenzó a provocar sucesos Fringe en el de nuestros protagonistas.

Después de pedir ayuda a un tuerto Broyles, Peter consigue que su padre vuelva a su trabajo y comience a investigar los hechos.

Lo que descubrimos más tarde es que Moreau trabaja para Walternative, que vino a este universo para pedir clemencia y ayuda debido a la aceleración de la destrucción de su universo. El extranjero deja en una escena del crimen con una bomba de luz (o como se llamen, repito) la llave de la casa del Lago Reiden, donde Peter acude sin decírselo a nadie. Allí le espera Walternative, quien culpa a sus propio hijo de todos sus males y promete acabar con el universo, empezando por lo más querido por Peter. Efectivamente, lo que estamos viendo es un holograma de Walternative, el cual está a kilómetros de distancia pero lo suficientemente cerca como para pegarle un tiro a Olivia en la cabeza.

Después del funeral (donde vemos a una Nina Sharp de 83 años absolutamente juvenil), mientras Ella y Walter vuelven a casa, al científico se le ocurre una idea.

Walter ha pasado los últimos quince años de su vida intentando descubrir de dónde salieron las piezas de la máquina, y se da cuenta de que él las mandó a millones de años atrás en el tiempo a través del agujero de gusano de Central Park (un evento Fringe), y Peter sugiere que no se manden y así cambiar el pasado, pero Walter le dice que no se puede cambiar la historia: no puede hacer una elección diferente, pero Peter sí podrá si Walter lleva su conciencia desde el año 2011 hasta 2026 para que se de cuenta de lo que ocurre haciendo elecciones erróneas (El Apocalipsis). Walter no sabe qué coste tendrá, pero no hay nada peor que perder a Olivia.

Es 2011...

...y Peter lleva en la Máquina un minuto conectado, con altas pulsaciones en el corazón, mientras que en el otro universo las cosas están peor: los eventos Fringe están empeorando y Peter empieza a aparecer en la Máquina de su lado.

Cuando Olivia se acerca (de vuelta en "nuestro" universo) a Peter, éste despierta e inmediatamente aparecen en la misma sala los personajes del universo alternativo, en especial Walternative y Bolivia. Saltan chispas pero Peter corre para explicar que él lo entiende todo porque ha visto el futuro, de donde procede la máquina. Los dos mundos son inseparables, y si uno muere los dos desaparecerán. Por eso ha creado agujeros en los dos universos que se conectan a través de esa sala, para que a partir de ese lugar puedan trabajar ambos universos para solucionarlo.

Y acto seguido... desaparece.

Afuera, los Observadores están a la espera. Se dan cuenta de que una cosa: nadie recuerda a Peter, ya que al servir a su propósito ya no hay razón para su existencia. Peter nunca existió.

Sin duda, la resolución no podría haber sido más complicada. Especialmente, porque en el fondo no entiendo la necesidad de un viaje al futuro cuando seguramente habría maneras más sencillas y útiles de explicar lo que os exponemos más arriba. Supongo que la expectación del what if siempre es interesante, aunque al haber realizado tal estrategia igual se tendrían que haber planteado la situación en otros términos (principalmente estéticos, porque vaya "cambios" más cutres).

Ahora bien, la revelación final es impactante: ¿Peter no existe, no volveremos a verlo? ¿Qué implicaciones tendrá eso para la cuarta temporada? Sin duda, la sola expectativa de ver en una misma habitación a Walter-Walternative (genial interpretación de John Noble) y Olivia-Bolivia ya otorga muchas esperanzas, pero el qué ocurrirá es una apremiante incógnita a la que le faltan muchos meses para encontrar una respuesta.