Lo mismo digo de
Family Guy que de
The Simpsons. La espera es una putada. Lo que pasa es que el último capítulo de
Family Guy no me gustó tanto, y por eso no me importaba tanto esperarla, al contrario que
The Simpsons, que su último capítulo sí me gustó.
Francamente, este especial de Halloween es bastante bueno, por diversas razones: Stewie y Brian vuelven como dúo cómico y esta vez se salen; Meg y Chris viven una situación increíble, graciosa pero asquerosa; Lois vuelve como supermadre pero de las que dan miedo... lo único que no me ha convencido del todo ha sido lo de Peter y sus amigos, demasiado fuera de lugar.
La historia principal se centra en Stewie y su primer "Truco o trato". Ve por la ventana a un montón de monstruos y, asustado,
comienza a dispararlos. Brian le dice que están celebrando Halloween y decide llevárselo a hacer la ronda. Por un momento, Stewie se queda solo,
ya que Brian se ha quedado peleándose con "un tío que se le parecía" (su propio reflejo), y en ese instante unos chavales le roban la bolsa de chuches al niño. Cuando llega Brian, decide tomárselo como un adulto y pedirle amablemente a los chicos que le devuelvan los caramelos a Stewie, pero
le cogen por banda y le pintan de color rosa.

Ambos quieren venganza, así que van a la casa donde están los niños. Stewie planea atacar con un bazuka pero le sale mal y le pillan, así que solo se le ocurre una manera de arreglarlo: llorar. Así llega Lois y hace que el niño le devuelve su bolsa a Stewie. No, mejor: hace que el niño también le de sus propios caramelos a Stewie. No, mejor: hace que la madre le de 40$, y si no los tiene, al día siguiente le tendrá que dar 80$. LOL.

Por otro lado, todos los años Peter, Joe y Quagmire se rifan quién de los tres será quien reciba bromas cada año, y éste le ha tocado a Quagmire. Los otros dos le gastan todo tipo de bromas pesadas (le intentan contagiar todo tipo de enfermedades -aunque ya las tenga todas; le engañan para que se acueste con Joe disfrazado de mujer...). Por eso, Quagmire decide vengarse: les dice a sus amigos que tiene ancestros japoneses y les lleva a ver un museo de aviones antiguos. Alli se montan en un antiguo caza japonés y Glenn hace como que se ha vuelto loco y comienza a comportarse como un japonés atacando un puerto americano en la Segunda Guerra Mundial. Les da un susto de muerte, pero era broma.


Finalmente, tenemos una historia divertida, a la par que asquerosa. Han invitado a Meg a una fiesta en casa de Connie, por fin, aunque Lois crea que es mentira. Allí juegan a la botella y a Meg, con careta, le toca con un tío disfrazado de Optimus Prime. Después de unos minutos, Connie va a un armario a buscarlos: al abrir la puerta de que los dos que se están enrollando son Meg y su hermano Chris, que iba bajo el disfraz de Optimus Prime. Chris se iba a vestir de Bill Cosby, y su madre le regañó, así que se puso ese disfraz.
De vuelta a casa, ambos dejan de lamentarse porque sean hermanos o no, al menos se han enrollado con alguien. Meg, además, va más lejos: seguro que el tío con el que se ha enrollado la llama mañana. "No cuentes con eso", le dice Chris.
En resumen, buen capítulo, con un montón de sutiles y no tan sutiles referencias (Stewie se pinta dos puntos en el cuello como si fuera un "pato vampiro":
Stewie: It's
True Blood.
Brian: No one knows what that is.
Stewie: Rich, gay people do).
También han sido muy divertidas las escenas de una pelea de enanos, o el
flashback de Peter perdido en un centro comercial.
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