How I Met Your Mother se despedía anoche de su audiencia con su episodio final cargado de emociones y, aunque por supuesto os hablaremos del evento (al fin y al cabo es una serie que ha unido a toda una generación de seriéfilos), no queríamos despedirnos de ella sin antes repasar lo que ha significado para nosotros y qué es lo que echaremos de menos de la gran comedia de los chicos de los MacLaren. Por ello, algunos de nuestros redactores han colaborado en este post en el que, de una forma u otra, le rendimos homenaje.
Pablo Catalán (@tipican)
Para empezar voy a echar de menos la sintonía y cantarla cada semana, verlos a todos tan jóvenes —todos han cambiado mucho, en especial Barney— y recordar tantos años de mi propia vida, que he pasado esperando conocer a LA MADRE, entre otras cosas. Me parece la chica más encantadora del mundo mundial y, aunque Ted sea un pesado con sus historias, me encanta que ella y su historia propicien que su marido tenga que contar a sus hijos todo y más. Siempre he preferido capítulos con historia, he disfrutado mucho más los que te dejaban con ganas de saber más sobre ella o te contaban las coincidencias que ha habido durante tantos años. Es cierto que los capítulos que se han centrado en el grupo y su amistad han sido divertidos también y han dejado recuerdos imborrables. Por eso echaré de menos además los videoclips de Robin Sparkles, a los padres de todos ellos, a las exnovias de Ted y, sobre todo, la relación de Lily y Robin, todas las tradiciones (bofetadas, interventions, doppelgangers), y a Patrice. Y es que aunque llevaba dos años diciendo que esto tenía que acabar ya, en el fondo sé que les he cogido cariño.
Jaime Domínguez (@Torllo)
Perteneciente a una generación de series que básicamente fueron la razón por la que estemos escribiendo este blog hoy en día, creo que lo mejor que puedo destacar de esta sitcom es el hecho de que irremediablemente ha nutrido a una generación con un nombre propio que, en muchos casos, emana de ella: la de los seriéfilos. Y, por tanto, forma parte y ha contribuido a desarrollar el arquetipo por el que se rigen nuestro ocio, nuestra cultura y nuestro tiempo como miembros de este grupo de consumidores. Sus casi nueve años en antena no solo han ocupado una gran cantidad de nuestro tiempo, sino que también han servido para darle la vuelta al concepto de sitcom, otorgándole una profundidad que ha sido totalmente revolucionaria. Solo por eso merece una consideración brutal. Ahora bien, como producto de entretenimiento es innegable que ha sucumbido en más de una ocasión a su longevidad y constantes intentos por renovarse (muchos de ellos fallidos), pero una temporada como ésta última con la que se despide, repleta de guiños a su historia y a nosotros como espectadores, no solo nos deja con un recuerdo único sino con la sensación de que no estamos despidiendo solo a una serie, sino a un miembro de nuestra familia.
Ana Gracia (@anionce)
Aunque me bajé del carro hace un par de años, todavía recuerdo lo mucho que me gustaba How I Met Your Mother al principio. Mi primer contacto fue en un avión, donde proyectaban el último episodio de la segunda temporada, la boda de Marshall y Lily. Sin saber nada de la serie, me emocioné como una tonta y me enamoré de los personajes y esa combinación tan especial de humor y emoción que pocas series han sabido equilibrar. Tras llegar a mi destino, empecé a ver la serie desde el principio y se convirtió en una debilidad. Por eso me dio pena cómo alargaron todo y lo poco que acabé disfrutando. De todas maneras, veré el episodio final, por respeto y cariño
Sarah Marciel (@Starduslaner)
Nueve años nos separan desde el maravilloso comienzo de How I Met Your Mother, hasta el inexorable final al que nos precipitamos. Nueve años de risas, de lloreras, de tirarnos de los pelos cuando Ted volvía a las andadas. Ahora que su final está cerca y, a pesar de haberlo deseado con muchas ganas sobre todo las últimas temporadas, no queremos que se acabe. Y durante todo este tiempo nos han mostrado cómo de una simple idea han surgido tantas historias, momentos y anécdotas de la mano de los cinco mejores amigos: Ted, Lily, Marshall, Robin y Barney. Y por supuesto, La Madre. Siempre siguiendo las románticas desventuras de este primero, que tantos quebraderos de cabeza nos ha traído. Pero, como era de esperar, les echaremos de menos. De hecho, yo ya lo hago. Todos esos momentos, tanto hilarantes como tristes, a todos esos capítulos que tras nueve largos años, dejamos un poco de lado la idea de quién podría ser la madre, para centrarnos en lo que realmente estaba pasando. La vida misma.
Sonia Martínez (@Inmakia)
Empecé a ver How I Met Your Mother hace ya casi una década porque aún no se usaba tan a la ligera el título de "sucesora de", y compré sin dudarlo cuando oí que era la nueva Friends. Sin embargo, aprendí a quererla por sí misma al ver que entre ambas series había muchas diferencias; que sus puntos en común eran tratarse de un grupo de amigos que se reúnen en un bar/café como costumbre; y que pese a no tener un Joey o una Phoebe, aquí teníamos, por ejemplo, un Barney y una Lily. Si hay algo que echaré de menos de How I Met Your Mother son esas historias que Ted introduce, pero no cuenta, al menos hasta mucho después; como cuando en el colegio un profesor te decía que tal cosa te la explicaría en su momento. La cabra, las botas rojas, la piña, esas cosas que en el momento te dejan con la intriga pero que años después van tomando sentido. Todas estas historias que jamás habría resuelto de haber dejado la serie en sus (muchas) horas bajas, y que me alegro de haber ido despejando, porque te dejan esa media sonrisilla de satisfacción. Como cuando nos presentaron a la madre y vimos cómo su vida se había ido cruzando con los demás, atamos cabos y nos preparamos, ya amándola, para el final que está por llegar. Ese final que será el cierre del círculo de historias que Ted nos ha ido contando y que comprenderemos en su totalidad por fin. Si es que somos unos impacientes, tengo ganas de oír por última vez ese "niños, así es como conocí a vuestra madre". Y ya podéis descansar.
Javi Ramírez (@JaviR750)
How I Met Your Mother fue la serie que, junto con Entourage, me introdujeron el gusanillo por las series. Recuerdo que, cuando yo la empecé, ya tenía varias temporadas en emisión y, gracias a eso, pude maratonear de forma no muy sana las primeras cinco temporadas. Desde Friends no disfrutaba tanto —y me reía, que para eso es una comedia— con una sitcom. Mi mejor recuerdo fue ver cómo, a pesar del título, la serie se centró más en la dinámica de un grupo de amigos en su bar favorito. La madre era una excusa, un macguffin, que nosotros aceptamos sin tampoco darle demasiada importancia. Echaré de menos una infinidad de cosas, porque, como ya se ha dicho, la serie supo crear su propio universo y mitología de misterios, gags recurrentes... pero me gustaría destacar el capítulo The Playbook. Lo he visto mil veces, y aún me sigo riendo como el primer día. Es mágico, al igual que las tres primeras temporadas. Definitivamente, no estoy preparado para dejar ir a la serie, pero terminaré diciendo que su mayor logro, sin duda, fue demostrar que una comedia inteligente en el prime time de una network era posible. Legen... wait for it... dary!
Miguel Romero (@mikiromben)
Para mi, How I Met Your Mother se ha encargado de renovar el género de las sitcom que Friends había encumbrado, mediante unas situaciones más reconocibles, un humor más gamberro y unos personajes más carismáticos, como el legendario Barney Stinson, que será recordado para siempre. Por tanto, es justo nombrarla su sucesora. Además, esta comedia introdujo el factor intrigante de saber quién era la dichosa madre de los hijos de Ted Mosby, aunque con el paso de las temporadas se perdió el interés y muchos abandonaron la serie, pero la recta final le está devolviendo el buen nivel que tuvo y esperamos fervientemente un final sublime. Echaré de menos su forma de contar las historias del grupo de amigos, con flashbacks, flashforwards y las diferentes versiones de un mismo suceso, como en "El incidente de la piña" y otros capítulos igual de memorables. Les echaremos de menos, sin duda, pero alguna nueva serie tendrá que llenar el vacío.
Francisco Vidueiro (@franv387)
Lo que más me gusta de How I Met Your Mother es el excelente manejo que tuvieron no sólo de la historia, si no también de su propio mundo. Crearon su espacio a base de Intervenciones, libros de jugadas y sandwiches que en realidad eran otra cosa. Podría quedarle perfectamente el título de "La sucesora de Friends", con la diferencia que uno en la serie de los noventa queria formar parte del grupo. En How I Met Your Mother, además, uno quiere ser Barney, tener una relación como Marshall y Lily, y tener la valentía de Robin, pese a que en el fondo todos somos Ted. Y vaya uno a saber si en unos años no le contaremos a nuestros hijos sobre esta comedia, de cómo al principio sufrimos por miedo a que al final de cada temporada la cancelaran, de cómo nos quejamos de su bajo nivel en sus últimos años y de cómo la vamos a extrañar cuando no esté más con nosotros.
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