Fear The Walking Dead ha conseguido con sus dos últimas temporadas arrastrar cierta aura de seriedad que le falta a la serie madre. Aunque sus tramas son una locura comparadas con las de la serie original, prueba de ello es el apocalipsis nuclear en el que estamos viviendo, se ha vuelto tan oscura que da la sensación de que todo lo que estamos viendo es relevante para el futuro.
El episodio de esta semana trata de buscar una explicación al delirio que hizo que Alicia se empeñase en seguir a un zombie como si fuese una brújula de camino a Padre. Aunque la protagonista de la serie está convencida de que Padre no existe, las voces que retumban en su cabeza, fruto de las alucinaciones provocadas por la fiebre, casi la obligan a pensar lo contrario. Una fiebre que parece no estar relacionada con el hecho de que esté infectada, al menos parecen querer dejar bastante claro en este episodio que si no se ha convertido ya, es porque no lo va a hacer.
Las alucinaciones de este episodio la llevan a encontrarse con Paul, un músico sordo que la rescata de la carretera y que se convierte en un gran amigo y aliado. Este encuentro le permite recapacitar, reflexionar sobre su camino y descubrir qué voces quiere y necesita escuchar. Porque este episodio no deja de ser la manera que tiene la serie de enfrentar a Alicia a su propia voz.
Ya no tiene que seguir los sueños del resto: Madison, Nick y el propio Morgan la arrastraron en su visión de las cosas, pero termina por asimilar que necesita escucharse a sí misma. Alicia acepta al fin lo que todos llevamos viendo desde la tercera temporada: Alicia es la líder que la serie necesita.
La presencia de Paul es episódica, pero consigue trasmitir con fuerza su historia. Su trama grita lo suficientemente alto como para que sea un personaje episódico al que probablemente recordemos en el futuro. La temporada pasada, Alicia tuvo una aventura similar (menos amistosa) cuando se encontró con Ed, aquel señor que fusionaba zombies con animales, pero os confieso que la única manera que he tenido de acordarme de su nombre ha sido revisando IMDb. Alicia es un imán para las apariciones especiales, sobre todo porque parece que se empeñan en hacerla evolucionar separada del grupo. Hace temporada y media que no la vemos avanzar como parte de un todo, sino que tenemos que ver las consecuencias de sus aventuras en solitario con cuentagotas.
De hecho, esta semana, vuelve a irse. Decidida por regresar al búnker y conseguir las manos necesarias para poder empezar la guerra contra Strand con posibilidades de victoria. Así que nos tocará ver cómo se entretienen el resto de los personajes mientras ella no vuelve.
El episodio termina con Arnold y uno de sus hombres, los únicos que quedan con vida después de enfrentarse a Alicia y Paul, delante de un cráter en el que hay centenares de zombies radioactivos. Tendremos que esperar a ver qué pretenden hacer con ellos, ahora que se han establecido como bando independiente: ni con Alicia ni con Strand.
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