Los Bridgerton, uno de los mayores éxitos de la historia de Netflix, está de vuelta después de 15 largos meses en los que poco hemos sabido de la familia más guapa de Londres. La segunda entrega de las aventuras amorosas de esta familia numerosa, cuyos hijos están bautizados en orden alfabético: Anthony, Benedict, Colin, Daphne, Eloise, Francesca, Gregory y Hyacinth, se ha estrenado con la adaptación de la segunda de las novelas "El Vizconde Que Me Amó", centrada en el primogénito de la familia.
El gran interrogante que pesaba sobre esta entrega era saber si la ausencia del Duque de Hastings iba a notarse en la historia, y la respuesta es NO. Si sois de los que os habéis leído los libros, sabéis que su presencia más allá de la primera novela es anecdótica. De hecho, su ausencia ha beneficiado a Daphne, que ha disfrutado de más tiempo en pantalla del que se podría suponer y cuya presencia ha sido clave para que Anthony pudiera enfrentarse a sus verdaderos sentimientos. Sin duda alguna, se ha repartido con su madre el papel de catalizador del muchacho y hemos aplaudido su perspicacia más de una vez.
Dos Sharma para un Bridgerton
Y ahora, vamos al lío. La nueva temporada de ligoteo en Londres comienza con la llegada de las hermanas Sharma y su madre, que regresa a la corte después de haber huido a la India por amor. La serie de Shondaland ha querido romper desde el principio con las "normas raciales" de la saga, y cambiar a los Sheffiled por los Sharma resulta refrescante. El conflicto sigue siendo el mismo, una hermana mayor que antepone la felicidad de su hermana pequeña a la suya propia; y un vizconde empeñado en no rendirse al amor para no terminar con el corazón roto. Algo que tuvo que experimentar cuando su padre murió por la picadura de una abeja y su madre se quedó destrozada (y él en el proceso).
Los juegos entre Kate (Simone Ashley) y Anthony (Jonathan Bayley) sustentan la temporada con mucha fortuna. La química entre ambos traspasa la pantalla. Para que luego digan que los actores abiertamente gay no pueden interpretar heterosexuales de manera convincente. Anthony y Kate elevan la temperatura de los Households en los que Netflix mide sus audiencias. Aunque es cierto que la serie peca de alargar demasiado las negativas de la pareja a estar juntos.
El tercer vértice del triángulo, Edwina Sharma es quizás el personaje que termina sufriendo más, engañada por su hermana y por el hombre al que ama. Un personaje al que vemos excesivamente sobreactuado durante toda la temporada y que en ocasiones resulta molesto de ver. Su relación con la Reina es lo que consigue salvar su papel en la serie, y podemos dar por hecho que tendrá asegurada su presencia en la siguiente temporada mientras encuentra a su match.
Los secretos de Lady Whistledown
La otra gran trama de la temporada es la que rodea a Lady Whistledown. La historia sobre la que se están tomando más licencias por el bien de una trama que no podría avanzar de otra manera, incluyendo incluso una socia inesperada. Todos amamos a Penelope y Eloise. Su amistad, aunque no siempre navega en la misma dirección, las ha convertido en fan favorites, pero ninguna de las dos, en especial Elosie, tiene mucho que hacer en los libros, así que el hecho de que le creen sus propias historias (como su amistad con Theo) es una muestra de la alta estima que tienen al personaje.
La amistad de las dos muchachas está en peligro durante toda la temporada por lo cerca que está Eloise de descubrir a Lady Whistledown. Quizás uno de los conflictos en los que es más difícil posicionarse. Por un lado, debemos respetar el carácter emprendedor de Penelope, además, la vemos sufrir al verse incapaz de ayudar a su familia con sus problemas económicos al no querer desvelar su identidad. Por otro lado, Eloise, cuya obsesión con descubrir la identidad de la autora es fruto sin duda del aburrimiento, está siendo engañada constantemente por su mejor amiga. ¿Vosotros tenéis un bando claro?
El futuro de los hombres Bridgerton
Esta segunda entrega es mucho más coral que la primera, algo que parece será la tónica de aquí en adelante. En Twitter ya han surgido ciertas quejas entre los lectores porque ven que las tramas están empezando a entremezclarse y que varios acontecimientos que ocurren más tarde van a adelantarse. Para seguir la historia al pie de la letra están los libros, así que será mejor que nos relajemos porque creo que saldremos beneficiados de la fusión de historias. Además, la colección cuenta con 8 libros, ¿veis a Netflix dando 8 temporadas a una serie?
Es cierto que el tercero de los libros, que se centra en Benedict y Sophie, no es sencillo de adaptar porque se pasan la mitad de la novela separados de Londres y del resto de los Bridgerton. Parece que esta temporada pone en bandeja al segundo de los Bridgerton el motivo para separarse un poco de su familia, su aventura en la academia de Artes viene a confirmar sus dudas sobre su talento artístico. Solo necesita a su musa.
Como el resto de los hermanos necesitan algo que hacer mientras tanto, es normal que ciertas historias, en especial las que ocurrirán en el cuarto libro dedicado a Colin y Penelope se hayan adelantado por el bien de la serie. ¿Qué gracia tiene ver una adaptación sin sorpresas? La segunda entrega nos deja algún que otro momento esperanzador para la pareja, sin duda Colin parece ver a Penelope con otros ojos, aunque también es cierto que a los hombres Bridgerton les gusta mucho hablar de más rodeados de otros hombres.
¿Y los secundarios?
Más allá de Penelope, Los Featherington disfrutan de un protagonismo en la serie infinitamente mayor que en los libros. Es por tanto una de las tramas que más libertad les da a la hora de dejar volar la imaginación. Esta temporada nos presentan al nuevo Lord Featherington, un personaje exclusivo de la ficción que viene a poner patas arriba los planes de la matriarca. El miedo a perder su posición en la sociedad obliga a Portia a tratar de que su hija Prudence seduzca a su primo, dejando algunos momentos simpáticos que en esa entrega consiguen molestar más que aliviar la trama. El resto de personajes son demasiado interesantes como para regalarles tanto tiempo.
Otra que tiene una aparición especial es Marina Thompson. Su presencia en los libros es más un susurro que una constante, pero en la serie funciona perfectamente porque ayudará a que no nos pille por sorpresa el protagonismo futuro de Phillip en la historia.
Sin duda esta temporada se disfruta mucho más que la primera temporada. No solo porque ya conocemos a todo el mundo, sino porque la dinámica de Anthony y Kate es mucho más entretenida que la de Daphne y Simon. Por no hablar de que el punto fuerte de Regé-Jean Page no era precisamente el interpretativo.
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