Esta semana en Fear The Walking Dead empezamos a ver el inicio del fin del reinado de Victor Strand. Puede parecer un poco apresurado, pero tiene todo el sentido del mundo por lo que simboliza. Victor es un tirano, pero es un tirano de marca blanca. Las claves de todo buen líder es hacer sentir a su gente a salvo, no importa si tus métodos son éticos o no, lo importante es que confíen en ti. Victor no lo ha conseguido. Ni tampoco ha conseguido que sus secuaces entiendan su visión. Pero es que es totalmente comprensible cuando incluso amenaza a la pintora de su retrato de monarca absolutista con lanzarla desde el tejado porque no le ha gustado el resultado.
Victor ha defendido a capa y espada esta temporada que la mejor forma de gobernar es la soledad. Si tienes gente que te importa a tu alrededor, harán que dudes de ti mismo y no consigas lograr todo lo que te propongas. Recordad que es el método que defiende ante Will, el amigo de Alicia. Una historia sobre la que no tendremos novedades hasta la semana que viene. Pero no nos adelantemos. Gobernar en soledad ha vuelto a Victor paranoico, y aunque en este episodio tiene todo el derecho a estarlo porque alguien le ha envenenado, no puede lanzarse al cuello de su círculo más cercano como si fuesen unos recién llegados. ¿Qué clase de lealtad pueden tenerle cuando lleguen las vacas flacas?
En este episodio las vacas flacas tienen nombre: Arnold (Arno para los amigos), el líder de los Stalkers que desnudan caminantes y personaje con el que Morgan hace una especie de trato temporal para tratar de derrocar a Victor. La verdad es que los nuevos grupos nucleares son un auténtico batiburrillo, porque tienen una estética parecida por culpa de que tienen que cubrirse mucho y usar máscaras. El grupo de Arno no es el mismo grupo con el que se encontraron Sherry y Dwight.
El intento de Morgan de asesinar a Strand fracasa. Y aunque creo que Victor acabará cayendo esta temporada, no puede hacerlo sin encontrarse con Alicia, la única persona viva a la que realmente le importaría. Mientras la torre entra en modo de restauración, Morgan debe seguir su camino fuera de los muros del Santuario. Cuando tratas de matar al dueño del cortijo, pues bienvenido no eres.
Antes de que llegue a su destino, es interceptado por los Dark Horses. Sherry y Dwight, que se habían unido a un nuevo grupo la última vez que los vimos, le llevan a su nuevo campamento para que puedan hablar con su líder. La líder resulta ser Alicia Clark, que se encargará de ponernos al día de su viaje en la midseason finale de la semana que viene.
Al parecer, el grupo de Arlo es una escisión del suyo. Imaginamos que una vez se vieron obligados a abandonar el bunker, las diferencias aumentaron y acabaron por romper relaciones. Quizás acabemos descubriendo ya quién o qué es PADRE. E incluso podremos tener de vuelta al majo de Will.
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