Ha llegado la hora de los reencuentros. Este cuarto episodio marca el primer cruce de tramas desde que terminase la primera tanda. Huck y Hope han llegado al Perímetro donde no solo les esperan Iris y Felix, sino que es el lugar en el que se esconden Will, Elton y un Percy que no quiere otra cosa que vengar la muerte de su tío. Los personajes tienen muchas cuentas pendientes que no sabemos cómo se solucionarán, pero lo que tenemos claro es que “Familia” es una palabra de cuatro letras: Iris y Hope.
Las dos hermanas han tenido que darse de bruces con una realidad que no creían posible. Llevan nada y menos separadas y ya no comparten la misma visión sobre la CRM y sobre el futuro de su misión. Al parecer, las clases de ciencia avanzada y la posibilidad de un ligue han sido suficiente para engatusar a Hope. Curioso porque al inicio de la serie, hubiese apostado todo mi dinero a que sería Iris la que podría sentirse atraída por esa estabilidad tradicional.
Mientras las dos hermanas digieren que no pueden seguir juntas el camino, Felix y Huck tienen más que palabras en la noche. La temporada pasada Huck estuvo a punto de matar a Felix, y seguimos sin saber si mantenerle con vida ha sido una buena decisión para el bien de la historia. Cada vez es más un segundón de Iris que un personaje con identidad propia. Aunque no la mata todavía, sí que le siembran ciertas dudas: ¿le estará mintiendo su madre sobre lo que ha ocurrido en Omaha? Amiga, date cuenta.
Pero si de ganas de matar a Huck estamos hablando, nadie le gana a Percy. La pasada temporada su tío tuvo el privilegio de ser el único personaje con nombre y trama en morir. Y él sigue parcheando las heridas del balazo de Huck. Y sabiendo la impulsividad del personaje tiene todo el sentido del mundo que agarre un arma y se disponga a ejecutar su venganza sin pensar en las consecuencias que pueda acarrear ni al resto del equipo ni a sí mismo. Su temeridad lleva a Will a descubrirse. Mejor que la CRM sepa que sigue vivo a que Kublek pierda a su hija. Al menos, no todavía. Algo me dice que el secreto de Will estará a salvo, sobre todo después de las lágrimas con las que Huck cierra el episodio al confirmar sus sospechas sobre la sinceridad de Elizabeth.
Las otras tramas menores del episodio siguen sin tener el peso necesario para motivarnos. Al menos una es bastante mona y estamos a bordo del shippeo. Elton y Asha siguen conociéndose poco a poco. Aunque ella no pueda ser del todo honesta. Ha tenido que fingir estar enferma, y que de ahí viene la relación tan amigable que tienen con la Civic Republic. En realidad, es Indira la que está luchando contra una enfermedad, así que no sabemos hasta qué punto puede jugar un papel en el futuro de la serie. Esperemos que pase algo que ponga patas arribas el Perímetro. Necesitamos agilizar la trama.
Silas sigue cumpliendo condena junto a los tres chicos que no nos importan y con el ex de Huck. Si esta trama no termina con Dennis escapando de la CRM con Silas y uniéndose a la revolución, será una absoluta pérdida de tiempo. ¿Qué están ganando estos dos personajes ahí? ¿Es realmente importante que nos muestren como atraen y matan a los zombies?
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