Fear The Walking Dead arranca la etapa post Virginia. La semana pasada vimos como June se cargaba a Ginny después de que esta confesara haber protegido a Dakota aun sabiendo de lo que esta era capaz. Así que esta semana ha tocado hacer balance de cómo estamos y qué tenemos para afrontar con más acierto la amenaza que suponen los (hasta que tengamos un mejor nombre) grafiteros.
La sociedad se está volviendo más compleja como había ocurrido en la serie madre. Si The Walking Dead tenía a Alexandria, The Hilltop, The Kingdom, The Santuary y Oceanside, en Fear The Walking Dead tenemos la presa de Morgan, a los Rangers de Victor en Lawton, los hombres de Sherry y una escisión del grupo principal en el que tenemos a June y a Sarah, entre otros. Vamos a necesitar que empiecen a bautizar los asentamientos.
A pesar de que el objetivo del episodio es exponernos la salud de las alianzas, no dejan de aprovechar el episodio para avanzar y profundizar en los personajes. Y eso siempre lo celebramos. Esta semana nos ha tocado centrarnos en Daniel, devolviendo poco a poco el equilibrio entre el reparto una vez hemos dejamos a un lado la etapa de Ginny demasiado centrada en Morgan. Parece que ha llegado el momento de darle una oportunidad al grupo de supervivientes que habían quedado desdibujados durante la primera mitad de la temporada y asegurarnos de que la serie continúa lo más fresca posible.
El episodio gira en torno a la paranoia de Daniel. Los nuevos grupos que se han creado, la amenaza de los grafiteros y el recuerdo de lo que ocurrió en la explotación petrolera hacen que ningún grupo termine de fiarse de sus "amigos". El miedo y la tensión llevan a Daniel a tomar decisiones conflictivas de las que no consigue acordarse. La salud mental de Salazar se resiente como nunca, y la gente ya no sabe si sufre realmente algún problema cognitivo o si simplemente lo está fingiendo. Daniel se ha ganado mala fama con sus tretas y mentiras, pero esta vez parece ser real. El hombre está sufriendo severas lagunas y tiene miedo a una situación similar a la de plantación de Celia en la segunda temporada. ¿Os acordáis de cuando le dimos por muerto porque prendió fuego a la casa?
El diagnostico de June es inconcluso. Necesita más información para poder tratarle, pero deja caer que quizá se haya vuelto un poco paranoico porque por primera vez en mucho tiempo ha tenido tiempo de asentarse y de crear vínculos con los demás, y el temor a perderlo todo le hace actuar así. Quizás sea porque la película The Father está muy reciente, pero no me importaría que se atreviesen a tratar la demencia o el Alzheimer en un mundo tan difícil como es el apocalipsis.
Por otro lado, Dakota está trabajando para ser la nueva Charlie. Tanto se parecen los dos arcos que incluso cuando todos han empezado a sospechar de todos, han tirado de hemeroteca para poner en duda a Charlie por su pasado. Charlie mató a Nick en su momento, Dakota ha matado a John. Pero algo nos dice que no puede tener la misma resolución. Algo tiene que acabar pasándole, aunque no terminamos de decidirnos por el qué. ¿Quizás se sacrifique para que su vida signifique algo como un guiño a John?
El primer paso lo ha dado proporcionando información útil. Recordando conversaciones de Virginia, consigue ofrecerles una pista sobre los grafiteros. Podrían tener un refugio subterráneo cerca de Dallas, la ciudad en la que Dwight y Althea conocieron a los publicistas. Esta pista nos conduce a una oportunidad de oro para que el protagonismo se reparta aun más. Alicia y Althea están a medio camino de Dallas, y Luciana y Wes deciden ir a buscarlas para ir los cuatro juntos en esta nueva aventura. Me alegro mucho por los cuatro, especialmente por Wes, que se supone que le han ascendido a personaje regular y todavía no ha aportado nada relevante. O empieza a cubrir su parte o vamos a necesitar que se lo carguen.
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