Hace ya una semana que HBO España nos abrió las puertas y los oídos a Zoey's Extraordinary Playlist, un nuevo happy place al que nos abrazamos en un catálogo que destaca por sus contenidos más adultos y serios. La serie viene directa de la NBC para llenarnos el verano con covers de canciones superconocidas y sacarnos la lagrimilla cuando les da por explotar su lado más sensiblero.
La premisa de Zoey's Playlist es de lo más original: Zoey está haciéndose una resonancia magnética cuando un terremoto sacude la ciudad. Entre temblores y problemas en la máquina, su cerebro se convierte en una especie de Spotify que contiene todas las canciones del mundo. Esta nueva habilidad viene de la mano de ciertos poderes telepáticos, con los que la gente que la rodea le cuenta sus más secretos anhelos en números musicales que terminan por hacerse un poco repetitivos. Para ayudarla a entender sus nuevas habilidades tendrá a Mo, su vecino, uno de los personajes más interesantes de la serie y el que nos regala los mejores números.
La acción principal ocurre en dos escenarios clave: la oficina de Zoey, en la que trabaja como programadora bajo la no tan atenta mirada de Joan (Lauren Graham); y la casa de sus padres. Preparar números musicales con coreografía y mensajes no tan sutiles es complicado en dos lugares tan poco abiertos. No sabemos cuántas veces se han apoyado en las sillas y mesas mientras miraban con ojos seductores a Zoey pero diría que son demasiadas.
Pero a pesar de todas esas carencias, Zoey's Playlist consigue enamorarnos con su tono simple y facilón que se nos pega como un buen estribillo. La serie ofrece ingredientes fáciles de digerir, como el triángulo amoroso obligatorio por contrato en todas las series en las que una mujer es protagonista: por un lado, Simon (John Clarence Stewart), un compañero de trabajo prometido; y por el otro, Max (Skylar Astin) el mejor amigo de Zoey y única opción merecedora de nuestro amor incondicional.
Para rompernos el corazón nos dan la trama del padre de Zoey (Peter Gallagher), que sufre parálisis supranuclear progresiva y es incapaz de moverse y comunicarse. Por suerte, el nuevo don de Zoey le ayuda a entenderlo con las canciones que le dedica y consigue ejercer de vínculo entre su familia. Escenas en las que vemos a la Zoey más vulnerable y con la que no podemos evitar soltar alguna lagrimilla.
COMENTARIOS