Todavía no me creo lo que nos han ofrecido esta semana mientras escribo esta entradilla. Este episodio me ha pillado con la guardia baja o simplemente no nos tienen acostumbrados a tener episodios tan buenos en medio de la nada. Os prometo que hacía mucho tiempo que un episodio no me generaba este nivel de tensión, por primera vez en siglos he temido por la vida de todos y cada uno de los personajes que salían en pantalla. Pero vayamos por partes.
Gamma (aka Mary) llega a Alexandria para advertirles de los peligros que corre el grupo de Daryl en la cueva. Las duda de Rosita y Gabriel son lógicas y ven a su nueva aliada con escepticismo. Las historias que Aaron les contaba de su amiga susurradora han sido vistas con recelo por el resto, de hecho, la misión a la cueva era en parte una forma de asegurare de que la fuente fuese buena. El primer paso es meterla en la celda hasta que les convenza.
Por su parte, Beta es un demente. Así de simple. Y episodios como el de esta semana hacen que nos preguntemos qué tendrá preparado para cuando Alpha caiga. El segundo de la manada de Susurradores tiene una misión muy clara: atrapar a Gamma, y no se corta ni un pelo. Haciendo uso del último secreto ideado con Dante, se cuela por el cementerio hasta la mismísima cocina de Alexandria. En cuanto lo vemos salir de la tumba, sabemos que nada bonito va a salir de ahí.
El plan de los Alexandrinos es un poco errático, y caen en una trampa, dejando de reserva a un montón de desconocidos, a Laura y a la MVP del episodio, Rosita. El enviado de Alpha hace estragos matando como si nada a un puñado de extras para convertirlos en caminantes, pero falla intentando asustar a Gamma. Es muy importante el intercambio que tienen en la celda, Gamma sabe cómo funciona el sistema, por eso sabe que Beta no le va a hacer daño, porque no son las órdenes de Alpha. El nivel de sumisión es demasiado fuerte. Gamma huye y Beta nos deja la muerte de Laura.
Y llegamos a Santa Rosita. La superviviente lleva muy mal la muerte de Siddiq (normal, han pasado literalmente dos días) y no confía en sí misma para salir a repartir. Bien por admitir su condición. Por ese motivo, Gabriel cambia el plan original para dejar que su novia se quede en Alexandria. De la nada, regresa el modo badass que tantos momentos nos ha dado a lo largo de la serie y no solo lucha cuerpo a cuerpo con Beta, sino que logra herirle y bien. Eso sí, Rosita sigue viva porque Gamma se sacrifica por ella (y consigue así la aprobación del grupo) pero nadie puede negar lo que hemos visto. ¿Cómo termina este intento? Gabriel y los demás espantan a Beta y Gamma va camino de Hilltop con unos cuantos Alexandrinos.
Pero, oye, que el episodio no nos ha dejado solo con esto. Sí, les ha dado tiempo a más. Daryl sigue buscando una entrada distinta a las cuevas para poder encontrar a Connie y Magna, y se encuentra de lleno con Alpha y unos cuantos susurradores. Cuando parecía que iba a ser la mítica escena en la que se llevan un susto y nada más, desemboca en pelea callejera entre Daryl y Alpha. Una lucha grabada de manera inteligente en la que nos dejan ver a través del casi nulo campo de visión de Daryl cubierto de sangre, y los dejan a ambos moribundos en una gasolinera abandonada.
En ese estado de duermevela de la muerte, Alpha tiene algún tipo de epifanía, pero el mayor mazazo que recibe no viene en forma de golpe del líder de la serie, no. Viene en forma de Lydia. Su hija regresa para cerrar su historia, rompiendo lazos con ella para siempre y salvando a Daryl. Alpha, herida todavía, es encontrada por unos de sus susurradores que se llevan a su líder más débil y rota que nunca.
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