En este primer episodio de la cuarta temporada, Riverdale rinde homenaje al gran Luke Perry (Fred Andrews) que falleció a principios de año. La serie ha decidido despedir a su estrella por todo lo alto con un gran desfile, fuegos artificiales e incluso con la aparición de Shannen Doherty, todo esto ha sido posible porque el equipo de producción y vestuario sigue recortando en el uso de camisetas por parte de Archie Andrews. God bless America.
El episodio comienza con la preparación del desfile del 4 de julio, pero una llamada trunca todos los planes de nuestros adolescentes favoritos. Papá Andrews ha sido atropellado en una carretera mientras ayudaba a una mujer (Shannen Doherty) con su coche. Una muerte heroica para el personaje más noble y encantador de todo Riverdale.
Archie decide ir a por el cuerpo de su padre ya que a causa de las festividades no podrá ser trasladado hasta dentro de varios días. Reggie le presta un coche fúnebre, si no tenéis un amigo con un coche fúnebre lo estáis haciendo todo mal en la vida, y los cuatros deciden ir a buscar a Fred. Durante su estancia en la funeraria, Archie descubre la identidad del conductor que atropelló a su padre y en un arrebato va en su busca. Cuando llega a enfrentarse al hombre descubre la verdad: no fue él quien atropelló a su padre sino su hijo pequeño. El joven Archie se tranquiliza y va a recoger a su padre.
De vuelta en Riverdale, todo el pueblo aprovecha la celebración del 4 de julio para rendir homenaje a su querido vecino. Papá Andrews por fin podrá descansar en su hogar y Archie podrá colgarse la medallita de buen hijo.
Este episodio ha sido un tributo realizado con mucho cariño en la memoria de Luke Perry y nada ha avanzado en las tramas principales. ¿Qué sucederá de ahora en adelante en Riverdale? ¿Cómo le irá al joven pelirrojo? ¿Descubrirán que Cheryl tiene el cuerpo de su hermano en casa y le habla como si estuviera vivo? ¿Con qué mamarrachadas nos sorprenderán esta temporada?
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