"No eres como las otras chicas. Me gustas siendo especial", le dice Dee Dee a su hija Gypsy en el piloto de The Act. Y es que Gypsy Rose es una niña que sufre de leucemia, distrofia muscular, epilepsia, problemas mentales y múltiples alergias, entre otras cosas. Y por si eso fuera poco, ella y su progenitora son supervivientes del huracán Katrina. Condenada a una vida llena de medicamentos y visitas al hospital, la joven se da cuenta poco a poco de que el verdadero problema que afronta no es su salud, sino su cuidadora, y nada de lo que cree saber sobre ella misma es verdad. Este es el argumento de The Act, pero también es una historia real que Hulu ha decidido representar, y el parecido de la ficción a la realidad es tan similar que asusta.
Esta crítica puede contener spoilers.
Este espeluznante caso se cuenta por partes, presentándonos primero la tragedia, y luego retrocediendo en el tiempo para darnos contexto. De esta forma la serie consigue mantener al espectador interesado presentando un misterio que irá desvelando poco a poco y con cuidado, aunque esta emoción puede romperse si se busca un poco en la red, problema frecuente en las series basadas en hechos reales. Sin embargo, la tensión es constante y se consigue sostener mediante pistas poco sutiles, una banda sonora muy adecuada y poderosa e interpretaciones sublimes por parte de ambas protagonistas: Joey King y Patricia Arquette.
Con dos episodios vistos, es fácil entrar en la trama y sentir esa incomodidad y espanto que la serie pretende hacernos sentir. El primer capítulo nos muestra una presentación externa e interna de la pequeña familia, usando un caballo de Troya en forma de vecina que ayuda al espectador a entrar en una pintoresca cárcel de color rosa. Y es que una cosa es lo que se nos presenta, y otra lo que es en realidad. El segundo capítulo nos adentra más en el caso y empieza a desvelar la verdadera naturaleza de unos personajes complejos muy bien recreados. Además, el uso de flashbacks no deja que olvidemos que hay algo que resolver, e invita al público a deducir qué ha pasado.
The Act consigue lo que se propone: ofrecer una versión entretenida y dramática de una historia que ya es mucho por sí sola. Con caracterizaciones muy logradas y fidelidad a los hechos reales, la serie no solo transmite y reproduce, sino que deja con ganas de más con cada escena final. Haciendo uso de una fotografía fría y cuidada y de escenas fuertes pero no viscerales, Hulu demuestra una vez más que quiere hacerse oír y sabe cómo hacerlo. La imagen de Gypsy mirándose al espejo y llorando al darse cuenta de que se ha quedado sin dientes en el segundo capítulo es tan estremecedora como conmovedora.
Una mentira, una vida de tortura y un relato tan perturbado que parece completamente ficción. Eso es lo curioso de The Act, que lo que nos muestra es más un retrato que una fantasía, y representar tal fantasía no es fácil, pero si se hace bien, es un deleite.
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